México.- La presidenta del Comité del Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género, Laura Elena Estrada Rodríguez, destacó que los nuevos legisladores deberán luchar por más recursos para cerrar la brecha de desigualdad, acceso a bienes y servicios entre hombres y mujeres, y lograr la igualdad de oportunidades.

Consideró que un logro de la LXI Legislatura fue establecer la irreductibilidad en el presupuesto con perspectiva de género, es decir deberá ir en aumento y no podrá disminuir.

“Si no se da un presupuesto para atender las desigualdades que aquejan a las mujeres, cualquier acción no va a tener resultados.

“La preocupación es cómo trasladar a los estados y municipios lo que logramos en la Cámara de Diputados”, expresó.

Después de que se logra el presupuesto, enfatizó la legisladora de Acción Nacional, hay que estar vigilantes de su ejecución.

Recordó que la Comisión de Equidad, en el 2010, del presupuesto que envió el Ejecutivo etiquetó un porcentaje para mujeres, con el acuerdo de los partidos políticos, pero a la hora de publicar sus claves, automáticamente desapareció la ampliación.

“Ante ello logramos el 21 transitorio en el presupuesto del anexo que se votó favorablemente y que es un candado para evitar que se modificaran los presupuestos destinados a las dependencias”, destacó.

En el marco del taller “Igualdad de género en el servicio público” organizado por el CEAMEG, insistió en que uno de los grandes retos de la LXII Legislatura será cerrar aún más la brecha de desigualdad.

Por su parte la directora de este organismo María de los Angeles Corte Ríos, dijo que el objetivo del taller es preparar a las futuras servidoras públicas y diputadas electas para que tengan los conocimientos básicos sobre tres temas de los que ellas son directamente responsables: políticas públicas, seguimiento de presupuestos y armonización legislativa.

A su vez la investigadora del CEAMEG, Martha Chargoy Valdés explicó que el presupuesto con perspectiva de género lleva de manera transversal el tema de la desigualdad, implica el propio diseño de la política pública, ya que desde ahí se ven las diferencias entre mujeres y hombres para el acceso a bienes y servicios.

Cuando se quieren que las condiciones sean parejas, desde el diseño se debe visualizar cuáles son las brechas de desigualdad, qué tanto necesitan las mujeres para que tengan el mismo acceso que los hombres, agregó.

En la etiquetación, expuso, se pretende tener presupuestos sensibles a género; en cambio, el presupuesto con perspectiva de género es toda la dimensión, es el diseño y planeación de la política pública para ir a las causas.