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| Maldito, santo, degenerado o profeta son algunos de los adjetivos que han definido a Rasputín. Foto: Bridgeman / ACI

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Rasputín, el monje maldito que tuvo a Rusia en sus manos

Por Grupo Zócalo

Publicado el domingo, 28 de noviembre del 2021 a las 15:12


Su nombre es recordado con admiración y odio. Se utilizó como personaje de películas de terror, historietas y hasta para un hit radial

Rusia.- Pocas figuras de la historia están tan rodeadas de mito como Grigori Yefímovich Rasputín. Tildado de monje maldito, místico sanador, profeta o amante de la zarina, tiene una vida poco clara que siempre generó interés.

Su enigmática imagen lo convirtió en un personaje recurrente en el cine, como en Rasputin, the Mad Monk (Rasputín, el monje loco), donde lo interpretó Christopher Lee, en la animación Anastasia, donde se lo mostró como un ser siniestro con poderes sobrenaturales, en la historieta Hellboy donde es el principal antagonista, una canción disco de la banda Boney M, o incluso en el programa de catch “Lucha Fuerte” donde era uno de los luchadores malos.

Un frío comienzo

Grigori Yefímovich Rasputín nació en enero de 1869 en un pequeño pueblo llamado Pokróvskoye, en Siberia Occidental. Lo poco que se sabe de su infancia lo contó su hija, María, quien escribió libros de memorias sobre la vida de su padre.

Desde niño fue considerado raro y estaba plagado de tics nerviosos y, sobre todo, era bastante antisocial. Según María, a los 14 años tuvo su primera visión donde reconoció que había llegado el “Reino de los Cielos” y huyó a un bosque para esconderse antes de que los pueblerinos se dieran cuenta de sus poderes.

Cuando regresó, luego de intentar ser aceptado por medio de la violencia, decidió que era mejor ser más sociable y se unió a un grupo de rateros. En esa época comenzó a tomar alcohol en exceso. Los detuvieron hurtando caballos pero Rasputín fue el único al que no condenaron.

Otra versión dice que se encontraba postrado en una cama cuando, sin que nadie supiera que se había producido el robo, se levantó y dirigió rezando hasta la casa de uno de los ladrones, señalándolo como el autor, mostrando sus poderes.

En 1887 contrajo matrimonio con una mujer tres años mayor a él, con la que tuvo sus tres hijos: Dmitri, Varvara y María. Sin embargo, cinco años después, desapareció.

El nacimiento del monje

Nunca se pudo demostrar con exactitud por qué se fue. Algunos argumentan que recibió un llamado divino, otros que en realidad estaba relacionado con un asesinato con el que nunca pudieron relacionarlo formalmente.

Ingresó a una secta prohibida por la Iglesia Ortodoxa Rusa llamada “Los Flagelantes”. Según ese grupo, la fe se alcanzaba a través del dolor… y de las orgías que organizaban regularmente y de las que Rasputín era un fiel partícipe. Volvió a su tierra asegurando que había peregrinado por Israel y Grecia. Se había ganado la reputación de místico y sanador y, sobre todo, de profeta que podía predecir el futuro.

Ya no comía carne ni bebía alcohol. Consumía poca azúcar porque decía que interfería con sus visiones. Sus habilidades para la sanación comenzaron a ser comentadas por toda Rusia, hasta que llegaron a oídos de la zarina Alejandra.

El acceso a la monarquía

Alexéi Nikoláievich era hijo del Zar Nicolás II y heredero al trono, pero padecía de una complicada enfermedad: era hemofílico. Nieto de la Reina Victoria de Inglaterra, los genes lo habían condenado, como a varios de los descendiente de la monarca, a sufrir del trastorno en la sangre.

Ante la desesperación de la zarina por curar a su hijo, hizo llamar a Rasputín a San Petersburgo. Inmediatamente sorprendió a todos cuando, con una especie de hipnosis, alivió la dolencia del heredero. A partir de ese momento, su influencia en la esposa del Zar y de la nobleza rusa creció.

Muchos creen que se convirtió en el amante de la zarina, pero no hay pruebas que lo demuestren. Lo que sí está claro es que tuvo relaciones con gran parte de las damas de alcurnia y organizó orgías donde varios nobles participaron.

Si bien muchos se le acercaban por conveniencia, muchos lo odiaban en la profundidad. Según sus detractores, su cercanía con Alejandra le permitía influir sobre las decisiones del Zar.

Con Nicolás II ausente durante la Primera Guerra Mundial, porque estaba en el frente, las determinaciones tomadas por la zarina pasaban en buena medida por los ojos de Rasputín y muchos de sus cercanos, que en la gran mayoría resultaron no estar a la altura de la circunstancias, lo que terminó tildándolo como agente alemán.

El mito del asesinato

El odio que generó en varios miembros de la nobleza y en los nacionalistas lo condenó. Rasputín ya estaba al tanto de que iban a atentar contra él y de hecho ya lo habían intentado y fallado.

El príncipe Félix Yusúpov, junto al líder derechista de la Duma, Vladímir Purishkévich, y dos grandes duques, Dmitri Pávlovich y Nicolás Mijáilovich se pusieron de acuerdo y decidieron eliminar al monje. Algunas investigaciones recienten incluyen la participación del servicio secreto inglés. Su influencia en la zarina y su intención de declarar la paz entre Alemania y Rusia iban en contra de los intereses de la corona británica.

La leyenda dice que en diciembre de 1916 escribió una carta al Zar donde le dijo que si era asesinado por nobles, la monarquía caería. Sin embargo, está comprobado que era analfabeto y no sabía leer ni escribir.

El mito dice que lo citaron para reunirse con una dama de la nobleza, lo envenenaron con cianuro, le dispararon varias veces y seguía vivo. Sin embargo, débil como estaba, lo llevaron río Neva donde lo arrojaron moribundo, hasta que murió ahogado y congelado. También se dice que una sirvienta le cortó el pene como amuleto sexual y, de hecho, hoy se exhibe en un museo.

Los hechos marcan que, en realidad, no había cianuro en su cuerpo y que un balazo en el estómago lo había asesinado. La autopsia posterior mostró que no había signos de ahogamiento y que había llegado al río ya fallecido. Encontraron su cadáver dos días después, el 31 de diciembre de 1916. Lo enterraron cerca del palacio pero la posterior revolución comunista lo desenterró y quemó en un bosque.

La canción Rasputín de Boney M se convirtió en un éxito en 1977. En su letra lo muestra como el mejor amante de la historia rusa, pero también como un ser terrorífico. Hoy está de moda en Tik Tok.

Místico, profeta, delirante, maldito, bestia sexual, aprovechador o como fuera que lo consideraran, Rasputín no deja de ser uno de los personajes más extraños y más recordados de la historia rusa. Por eso son múltiples las representaciones que se pueden encontrar en las artes, pero al mismo tiempo, es probable que todas sean inexactas.

Fuente: MDZ Online

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