Madrid, España.- La figura de Agustín Lara representa una de las de mayor talento en la música popular mexicana por su amor a la vida, la cultura, las mujeres, los libros y los toros, además de su interés por acercarse a España, coincidieron aquí los autores de la biografía “Mi novia, la tristeza”.

Los escritores mexicanos Guadalupe Loaeza y Pável Granados presentaron en esta capital el libro, editado por Océano, en compañía de Rocío Durán, la viuda del compositor, y con las interpretaciones de Adriana Landeros, Pablo Montero y Olga Ramos.

En un acto celebrado en la Casa de América, en Madrid, Loaeza aseguró que la gente con la que se habló para escribir el libro coincidió en que Lara (1897-1970) fue “un gran personaje, amante de la música, de las mujeres, de España; un hombre seductor y visionario, que además amaba la lengua española”.

Explicó que el libro se tituló “Mi novia, es la tristeza” porque Lara siempre respondió así a los radioescuchas que le preguntaban quién era la novia que le inspiraba a componer de esa manera.

Loaeza consideró que la música de Lara sigue tan viva, que no sólo cantantes de diferentes países e idiomas la interpretan, sino que en un próximo homenaje a la madrileña calle Gran Vía, la cantante Bimba Bosé cantará la canción “Madrid”.

Por su parte, Pável Granados dijo que siempre quedará en la historia el hecho de que Lara haya asombrado por la forma en que compuso 31 canciones de España, sin haber estado antes en el país, lo cual habla de su interés por acercarse a la cultura española, sobre la que tanto había leído y aprendido.

“Siempre se ha dicho que compró esas canciones a los exiliados españoles que llegaron a México, cuando en verdad él compuso esas canciones sobre el año 1932 (mientras que los exiliados llegaron a partir de 1939), por lo que las fechas no cuadran”, apuntó.

El también filósofo se pronunció a favor de que a la par de que en España se rinda homenaje a Lara, se reconozca la labor del exiliado español Rafael Oropeza, que se acercó también a Lara cuando en 1939 llegó a México y difundió mucha zarzuela y música popular española.

Por su parte, la viuda de Lara recordó la historia que le unió toda su vida a Lara, hasta que el 18 de julio de 1964 se casaron en la iglesia de la Virgen de Guadalupe, en Madrid, y las posteriores vivencias con otros artistas españoles y europeos, con toreros e intelectuales.

Expuso que una de las cosas que a Lara le gustaban de Madrid era que podía hacer una vida normal por sus calles y lugares públicos, mientras que en México, desde el inicio de su carrera pública y en especial desde el matrimonio con María Félix, “lo ahogaban” entre autógrafos y preguntas.

“Me molesta que se dude del talento de Lara, que se le daba en cualquier parte; no había papel que tuviera enfrente donde no pusiera algo”, argumentó.

En el acto, la cantante Adriana Landeros interpretó “Veracruz” y “Rival”, y acompañada de Olga Ramos el chotis de “Madrid”, mientras que Pablo Montero cantó “Granada”, acompañada del mariachi, así como “Murcia” y “Novillero”.

En el acto estuvieron presentes el presidente del Senado de México, Carlos Navarrete, el senador Arturo Núñez Jiménez; el juez de la Audiencia Nacional española, Baltasar Garzón, y el embajador de Ecuador en España, Galo Chiriboga.