Ciudad de México.- Aunque una esté en Miguel Hidalgo y la otra en Benito Juárez, la vista es similar: dos inmuebles que lucen aún más pequeños al lado de los edificios que construyeron al lado.

Las historias también son parecidas, pues se trata de inmuebles cuyas familias ocupan desde hace más de seis décadas, resistiendo las ofertas inmobiliairias recientes a pesar de que casi todos en la zona lo han hecho… y se han ido.

En la Cerrada de Lago Andrómaco 32, en la Colonia Granada, una vecindad de 70 años de antigüedad sobrevive entre los edificios de hasta 19 pisos que hay en los alrededores.

Los vecinos del predio han sido testigos de cómo se ha transformado la Colonia. De convivir con los obreros de las fábricas que existían a mediados de los años 50, ahora lo hacen con oficinistas, agentes de seguridad y los albañiles de las construcciones de la zona.

Además de haber rechazado las ofertas de desarrolladores para comprar sus casas, los habitantes de Lago Andrómaco 32 han instalado cocinas económicas y pequeños negocios cuya clientela son los trabajadores corporativos.

Entre las 13:00 y las 17:00 horas, la convivencia de la vecindad se transforma. La quietud del trato entre vecinos es sustituida por el paso de decenas de oficinistas y trabajadores de la zona quienes acuden a comer a las fondas que adaptaron los colonos en sus hogares.

José Luis Romero lleva viviendo 64 años en la cerrada y atiende la única tiendita que hay en la vecindad, a la que nombró “La Pasadita”. El establecimiento sirve para que los encargados de las fondas se abastezcan de insumos.

“ Me salí de mi trabajo y la necesidad de la gente hizo que pusiera la tienda”, contó José Luis.

La familia de Ariel Torrentero habita en la vecindad. En 2015, recibieron una oferta de compra, pero su arraigo por el lugar fue uno de los principales motivos para rechazarla.

“ A mi abuela fue a la que le dieron la oferta (hace 8 años), pero, de plano, dijo que no. Y pues todos los vecinos decidimos que no, porque vivimos en una zona muy buena, entonces, tenemos todo cerca”, comentó Ariel.

GENTRIFICACIÓN: EL DIAGNÓSTICO

El proceso de gentrificación, con el que vecinos que sumaban años en la zona fueron expulsados, es producto de la construcción de nuevos edificios, explicó la diputada local, Gabriel Salido.

A este crecimiento inmobiliario, se le ha sumado también la renta de espacios a través de plataformas como Airbnb.

“ Por lo tanto, ya lo que queda de las colonias originales es lo menos, y hay una parte importante de vecinos que están exigiendo se les reconozca su sentido de pertenencia al lugar y se deje de presionar ya y se deje esa zona como está”, detalló Salido.

Si bien en el caso de la vecindad de Polanco, los habitantes corren el riesgo de terminar cediendo ante la presión de constructoras, también queda la otra salida, que es irse adaptando a la nueva demanda de su entorno, como ya ocurre.

RECHAZAN HASTA 7 OFERTAS

La familia Sánchez ha rechazado ofertas millonarias de desarrolladores que buscan comprar la casa en la que habitan desde hace más de 60 años, en el Pueblo de Santa Cruz Atoyac, en la Benito Juárez.

En aproximadamente un año, contabilizaron hasta siete propuestas de compra por su casa de tres niveles, en Avenida Cuauhtémoc, por 8 o 9 millones de pesos.

Alrededor las torres son de hasta 8 niveles.

Pedro, de 57 años, lleva viviendo toda su vida en ese lugar. En total, viven 10 de sus familiares.

“ Siempre hemos vivido aquí, somos de aquí, ¿dónde vamos?, todo está a la mano, están los centros comerciales, las escuelas, mercados”, comentó.

De los 18 a los 56 años, el hombre trabajó conduciendo un microbús de transporte público, pero tras padecer complicaciones, dejó ese oficio. Desde hace un año instala una mesa afuera de la casa para vender tortas, pan dulce y café. 

Aunque los clientes son pocos, el dinero que obtiene le alcanza para vivir día a día.

Santa Cruz Atoyac se convirtió en una zona donde han proliferado megadesarrollos habitacionales, que, en algunos casos, llegan a tener más de 750 departamentos por edificio.

“ Falta mucho el agua, antes no había ese problema”, recordó.