Saltillo
Por Carlos Rodríguez
Publicado el domingo, 6 de octubre del 2024 a las 06:02
Saltillo, Coah.- El padre José Luis del Río, quien fue exorcista por décadas en la Diócesis de Saltillo decía: “El demonio es como un perro amarrado, muerde al que se le acerca”, por ello recomendaba alejarse del esoterismo, la brujería, hechicería y prácticas similares.
Contaba la historia de un niño de 4 años al que le llamaron para atender, pues se comportaba raro, y cuando jugaba con palillos podía moverlos sin tocarlos, solamente con verlos. Era un niño pequeño, que no podría haber hecho nada para acercarse al maligno, pero buscando en la historia familiar se encontró que su abuela practicaba la brujería.
Era claro que había un daño sobrenatural en el niño, que estaba siendo acechado por un demonio y que se debía exorcizar, pero hay muchos otros casos en que el aparentemente poseído en realidad es un esquizofrénico, por ello, antes de cualquier ritual exorcista es necesario revisar su historia clínica y hacer exámenes médicos.
A 5 años de su muerte, los casos de presuntas posesiones siguen presentándose en la ciudad de Saltillo, la lucha contra el mal siempre ha existido y seguirá hasta el final de los tiempos; los guerreros espirituales cambian, pero la armadura de la fe es la misma, al igual que el procedimiento de primero descartar que sea un padecimiento mental, refiere el padre Vicente Eliamar, encargado de la Pastoral de la Consolación.
Señales se pueden confundir
La existencia del bien deja en evidencia que el mal también existe, desde los tiempos antiguos algunas personas han sufrido las posesiones demoniacas, según se puede leer en la Biblia, especialmente en los pasajes del Nuevo Testamento, en donde Cristo expulsó demonios para liberar a los atormentados.
Sin embargo, no todas las conductas extrañas que se aluden a este tipo de fenómenos son por una posesión, pues hay enfermedades mentales que pueden llegar a confundirse con otros padecimientos, incluso con posesiones espirituales, por lo que cuando una persona tiene signos de posesión, en la Iglesia católica se recurre a practicársele estudios sicológicos y psiquiátricos.
Indicios
Según el catecismo de la Iglesia católica y los manuales de la teología de la fe, hay 4 aspectos que pueden dar indicios de una posesión, refiere el padre Vicente.
“ Aversión a lo sagrado, es decir, rechazo hacia ello, es uno de los más importantes, una fuerza sobrehumana que se puede encontrar en algunas manifestaciones siquiátricas, hablar lenguas que sean desconocidas a la persona y el conocimiento de cosas ocultas”.
De estas es la última, el conocimiento de cosas ocultas lo que más sirve para un diagnóstico, pues un padecimiento mental no otorga a quien lo tiene la manera de entrar a la intimidad de la historia de otra persona, así, en algunos casos, el poseído vocifera pecados de quienes interactúan con él, que nunca habían confesado a nadie, señaló el
sacerdote.
Todo tiene una explicación científica
El Centro Estatal de Salud Mental recibe año con año pacientes que dicen ver demonios, algunos aseguran estar poseídos, pareciera que tienen fuerza sobrehumana, pues intentan defenderse, pero todo tiene una explicación científica, asegura el subdirector del Cesame, Adrián Nava Álvarez, quien es siquiatra.
“ La mayoría de los casos que nosotros atendemos tienen una explicación médica, puede haber unos síntomas, por ejemplo, el paciente dice que ve demonios, entonces se le da un tratamiento con medicamento que va orientado a ese síntoma, entonces hay pacientes que se les quita, pero hay pacientes que van a seguir con el síntoma, disminuido, atenuado”.
El especialista en Psiquiatría dice respetar las creencias religiosas de los pacientes, pero que ellos encuentran en el espectro de las enfermedades sicóticas, principalmente en la esquizofrenia, la explicación a estas supuestas posesiones.
“ Sí se han presentado casos en donde los pacientes manifiestan esas ideas de posesión, de contacto de demonios, ángeles, etcétera, pero ya nosotros hacemos el abordaje con pruebas para ir elaborando un diagnóstico”.
Cuando llega un paciente así se le hacen exámenes de tipo médico, neuronales y siquiátricos, se incluyen test y electroencefalogramas para ver el funcionamiento cerebral mediante un mapeo.
“ Se debe abordar desde un aspecto integral, tanto en el aspecto médico general, neurológico y siquiátrico, generalmente se les hace una valoración, una historia clínica con antecedentes familiares, como inició el padecimiento, y con base en eso se van realizando varios estudios”.
Una línea muy delgada
La línea entre posesión y enfermedad mental puede ser muy delgada, lo que dificulta el diagnóstico, incluso puede ser que se desaparezca y se combine un padecimiento con una acción del maligno.
“ Puede coexistir incluso una enfermedad siquiátrica con una, llamémosle, enfermedad espiritual; otras cosas también pueden confundirse, e incluso puede tratarse de algo no siquiátrico, sino sicológico, es decir, algo menos intensa, menos delicada, y sí, relacionada con la susceptibilidad, tienen una visión supersticiosa de la vida, recurren a la brujería”, señala el padre Vicente Eliamar.
El cura que encabeza la Pastoral de la Consolación señala que en ocasiones no es en sí una posesión, sino sugestión, o acecho del enemigo, pero sin que se tome posesión del cuerpo, por lo que basta con una oración de liberación.
Cuando se requiere un exorcismo, el cura necesita el permiso del Obispo para llevarlo a cabo, bajo el ritual de la Iglesia católica, para ello se preparó un par de años, al igual que otros dos sacerdotes que reforzarán dicha
pastoral.
El padre, quien es párroco de Nuestra Señora del Tepeyac, comenta que aunque las posesiones son alarmantes, el pecado mortal puede ser incluso más grave, pues asegura que es éste el que carcome el alma, mientras que la posesión comúnmente afecta solamente al cuerpo, ya que incluso la posesión puede ser sin que se haya cometido algún comportamiento para ello, pues incluso, santos han estado
poseídos.
Entonces él, al igual que el obispo Hilario González, piden a la feligresía estar más al pendiente de practicar el bien, que con miedo a la acción extraordinaria del mal.
“ Pues bueno, yo no hablo de los casos en particular nunca, es algo que dejo en la discreción total por respeto a las personas, e insisto, es más grave el pecado que la posesión, entonces si aumentara el doble o triple de las posesiones no es tan trascendente como que una sola persona viva en pecado”.
El encuentro entre los 2 puntos de vista
La religión da lugar a la ciencia para este tipo de situaciones, la siquiatría no da lugar para fenómenos sobre naturales y en la mayoría de supuestas posesiones se recurre a un tratamiento farmacológico para controlar los síntomas, sin embargo, hay un punto de encuentro: el sicoanálisis.
“ El ocultismo quiere decir que hay cosas ocultas, no que no estén, sino que no tiene un modelo de explicación, entonces nosotros tenemos que abordarlo con el modelo que tenemos, nosotros el sicoanálisis y los siquiatras la medicina, la estabilidad y bueno los sacerdotes la sección espiritual” comentó el psicoanalista, Ernesto Duque.
Las terapias de psicoanálisis pueden llevar meses o hasta años para que el paciente vea mejoría, y la mayoría de las veces en casos severos es mejor combinarse con otro tipo de tratamientos para que sea integral la atención, refiere el especialista.
Otro de los puntos clave para entender las posesiones desde el tipo de vista del psicoanálisis es que se dan en los comportamientos autómatas, es decir que ocurren fuera de la conciencia.
“ Cuando nosotros vemos en un hospital siquiátrico a una persona hablando en lenguas, asumiendo otros papeles, allí tenemos una expresión no individual, sino la expresión histórica” explicó el sicoanalista.
El exorcismo
Según el inciso 1673 del catecismo de la iglesia católica el exorcismo es una antigua y particular forma de oración que la Iglesia emplea contra el poder del diablo.
“ Cuando la Iglesia pide públicamente y con autoridad en nombre de Jesucristo que una persona o un objeto sea protegido contra las asechanzas del maligno y sustraído de su dominio, se habla de exorcismo. Jesús lo practicó, de Él tiene la Iglesia el poder y pficio de exorcizar”.
Se aclara que solamente puede ser practicado por un sacerdote que tenga permiso del obispo, con un permiso adcasum para un caso en particular como los practica el padre Vicente Eliamar o permanente que tiene que ser dado por la santa sede, como lo hacía el finado José Luis del Río.
Pastoral de la Consolación
El obispo de Saltillo, Monseñor Hilario González creó la Pastoral de la Consolación, en la que se atienden los casos de presuntas posesiones, pero además todas aquellas personas que sientan asechanzas del enemigo, que no siempre se trata de espíritus que entran en sus cuerpos sino de que ven manifestaciones fuera de lo ordinario, como pesadillas constantes, temor extremo, o manifestaciones sobrenaturales.
Para ello se están preparando 3 sacerdotes que recibirían el título de exorcistas, el ya mencionado Vicente Eleamar, además del padre Paulo Sánchez que actualmente está cumpliendo su ministerio sacerdotal en el templo del Verbo Encarnado en Ciudad Frontera.
Él mismo anuncio en sus redes sociales en el año 2023 “Feliz del regalo que Dios me concede de formar parte de la Asociación Internacional de Exorcistas”.
La Asociación Internacional de Exorcistas, fue fundada en 1993 por 6 presbíteros exorcistas, pero fue reconocida por el sumo pontífice hasta el 2014, actualmente está conformada por más de 250 curas de 30 países del mundo.
El tercer cura exorcista no se ha dado a conocer, pero se sabe que al igual que los otros 2 lleva por lo menos un par de años preparándose para un ministerio que demanda disciplina y una vida enfocada en la santidad.
“Endemoniado” por las drogas
La puerta de la Iglesia mancha con sangre fue lo primero que se encontraron la noche del pasado 20 de febrero, los elementos de la Policía Preventiva que acudieron al llamado de los vecinos de la Iglesia de San Judas Tadeo, en el Centro de Saltillo.
Un hombre de 30 años, “endemoniado” por el influjo de las drogas ingresó al templo brincando por el portón, después rompió a puñetazos los vidrios de la puerta e ingresó para atacar a las imágenes religiosas.
¿Posesión o esquizofrenia?, pues de acuerdo con especialistas, las drogas provocan brotes psicóticos que provocan arrebatos de ira.
Una vez adentro de la Iglesia, el hombre destruyó las imágenes de la Santísima Trinidad, el Nicho del Santo Sepulcro, el Sagrado Corazón de Jesús y a San Judas Tadeo, una escultura de 3 metros de alto.
El drogadicto decapitó la imagen y también rompió las manos y brazos del santo, que es conocido por ayudar a los feligreses que pasan por casos difíciles.
Después de acabar con las imágenes del templo, el agresor “endemoniado” manchó las paredes blancas con su propia sangre, antes de ser detenido por las autoridades, quienes confirmaron el estado tóxico del victimario.
Los daños materiales del templo se valuaron en 250 mil pesos, pero fueron más grandes las afectaciones en el sentir de la feligresía que se pronunció dolida por la agresión que sufrió la imagen. A pesar de eso, la Iglesia Católica decidió no excomulgar al victimario.
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