Al rememorar que el 13 de junio de 1965 fue inaugurado oficialmente el mejor medio de comunicación impresa que ha tenido, hasta la fecha, la ciudad de Piedras Negras, Periódico Zócalo, me lleva a recordar que hace 59 años fui aprendiz de reportero policiaco en dicho matutino, creado por don Francisco Juaristi Juaristi, y sus hijos, Carlos y Francisco Juaristi Septién.
Corría el año de 1966 y ahí en el edificio de Xicoténcatl y Juárez, en la Zona Centro de Piedras Negras, cada tarde que salía de la XEMJ, donde me desempeñaba como locutor, iba a intentar redactar notas que yo había recopilado y eran revisadas por Carlos Juaristi, quien me guiaba de cómo aplicar el “qué”, “cómo”, “cuándo”, “en dónde”, “a qué hora”, etc., (el orden de los factores no altera el producto); el “abc” de la redacción. Poco tiempo estuve en el Zócalo, pero esas lecciones me sirvieron cuando ingresé a El Heraldo de Saltillo, de don Paco de la Peña.
Ya había tenido una primera incursión en 1960 en la XEMJ de Piedras Negras, a donde llegué buscando chamba de locutor y me la dieron de discotecario, pero esa es otra historia.
El periódico El Heraldo de Saltillo fue fundado el 7 de abril de 1963 por un grupo de periodistas, encabezados por don Roberto Orozco Melo y don Francisco J. de la Peña Dávila. Llegué mucho tiempo después a dicho matutino.
Recuerdo mi grata presencia en Piedras Negras, siendo un chaval soñador. “Un tipo improvisado, que creía tener el mundo en sus manos”, parafraseando al poeta yucateco Sergio Esquivel.
Periódico Zócalo tenía como competidores a La Voz del Norte, un romántico y rudimentario periodiquito, escuela de buenos reporteros, fundado por don Félix Galindo, que en un tiempo dirigió el saltillense Humberto Flores, cuñado de aquel Gobernador que se suicidó, Ignacio Cepeda Dávila, y cuyo jefe de redacción era otro saltillense, don Benjamín Cabrera y Aguirre, uno de los fundadores de El Diario de Coahuila.
También conocí a un dinámico empresario frutero metido a periodista, don Gilberto Guajardo, creador de El Diario de Piedras Negras. En ambos matutinos colaboré posteriormente.
En Xicoténcatl y Juárez, la sede inicial de Zócalo Piedras Negras, conocí a Jaime García Fernández, joven y excelente periodista, brazo fuerte de los señores Juaristi Septién, quien falleció prematuramente en plena flor de la vida. Fui también amigo de Jesús Maldonado Rebolloso, “La Chuta”, y del hermano de Jaime, Filiberto García Fernández, y de otros buenos periodistas, como el señor Galindo o el señor Scott. Posteriormente conocí a un simpático e inteligente comunicador, Luis Medrano Martellett. Aquí en Saltillo, al abogado Roberto Medina Barragán, quien guarda muy gratos recuerdos de los señores Juaristi Septién.
Él fue colaborador de Periódico Zócalo de 1969 a 1971, en el sistema de impresión en caliente o en plomo, a la transición al sistema de impresión offset, en los talleres en formación, y a la vez que estudió en la preparatoria nocturna, en la que uno de sus maestros fue Carlos Juaristi Septién. Qué coincidencias tiene la vida, ¿no cree usted?
“Sacando cuentas, no me alcanza con la vida”, diría el poeta del Mayab, Sergio Esquivel, en su canción Un tipo como yo… Así de enamorado del periodismo y de la comunicación.
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