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Por Manolo Acosta
Publicado el jueves, 16 de noviembre del 2017 a las 04:00
Cd. Frontera, Coah.- “Ya estuvo, ya no me peguen”, eran los gritos de dolor de un vecino de la colonia Morelos al ser atacado por padre e hijo en el exterior de una miscelánea ubicada en la calle Gasoducto; al hombre le destrozaron la pierna derecha a batazos.
“Estaba hincando pidiendo no le pegaran, pero en eso don Antonio le dio varios golpes con el bate en la cabeza”, indicó un testigo de los violentos acontecimientos.
Narraron los colonos que hace meses Jaime Rosales García, de 40 años y vecino de la calle Cesáreo Castro, a una cuadra de donde se registró el violento ataque, había asaltado el negocio denominado “MR”, pero ya había pagado con cárcel y dinero a los afectados.
Tras purgar una condena, Jaime retomó su libertad e intentaba ser un hombre de bien, pero nunca se imaginó que los propietarios del establecimiento le guardaran rencor y ayer por la noche no dudaron en cobrar venganza.
Eran antes de las 21:00 horas cuando el infortunado caminaba rumbo su casa, pero Diego Armando Marqués Ríos, de 28 años, quien presuntamente estaba dentro del negocio con su padre identificado como Antonio ingiriendo bebidas alcohólicas.
Primero, Diego salió para buscar pleito a Rosales García, mismo que no quiso responder a los insultos decidiendo continuar con su camino, sin pensar que el señor iba a salir con un bate de aluminio.
El hombre le dio el primer golpe en la espalda a Jaime, quien cayó al suelo, donde padre e hijo lo atacaron, uno con el instrumento deportivo y el otro a patadas.
Como pudo, el ex convicto se logró poner de rodillas para suplicar a sus verdugos que no le pegaran más, siendo entonces cuando le dieron varios batazos en la cabeza para luego rematar en ambas piernas.
Pero esto no bastó, ya que el dueño del negocio continuó pegándole en el pie del lado derecho hasta destrozarle parte del hueso; tras dicha agresión padre e hijo se atrincheraron en el negocio y dejaron tirado en el suelo a Jaime.
Paramédicos Cuerpo de Bomberos atendieron al lesionado, y posteriormente lo trasladaron al Amparo Pape; la Policía no logró detener a Diego y su padre Antonio.
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