Parras de la Fuente, Coah.- Niños de entre los ocho y los 13 años de edad que viven en las colonias aledañas al Santo Madero esperan todos los días en su parte baja para acompañar a todo aquél que lo visite y lograr ganarse unos cuantos pesos contándoles la historia de esta ermita o cuidándoles los automóviles.

Tal es el caso de Juan, de 10 años de edad y quien por razones desconocidas no acudió a la escuela y aprovechó para darse una vuelta por el Santo Madero y esperar la llegada de alguien con quien pudiera ganarse “pa‘ un chicle”.

En fin de semana el número de menores que realiza esta actividad aumenta, por lo que desde hace unos años se trató de apoyarlos con camisetas y gorras, además de que se les llamó niños guías.

Asimismo, la Secretaría de Turismo les ha ofrecido diversos cursos para capacitarlos en la atención al turista, así como en mejorar las historias que les cuentan y que les puedan también informar sobre otros atractivos que ofrece la ciudad.

Juan no ha asistido a los cursos porque dice que apenas se está aprendiendo la historia del Santo Madero, que ya lleva la mitad, pero esto no es un impedimento para lograr ganarse un peso y satisfacer su antojo por un dulce.