Saltillo, Coahuila.- Docenas de feligreses participaron en la procesión en honor a las reliquias del niño mártir cristero mexicano San José Sánchez del Río que llegó a Saltillo, en medio de oraciones y cánticos tras ser declarado santo por el papa Francisco, en octubre de 2016.

La concentración de los fieles ocurrió en el exterior de la Catedral de Saltillo. Una danza de matachines bailó para recibir las reliquias del santo, que arribaron a las 18:00 horas.

En la peregrinación participaron 150 personas y religiosas, al igual que la banda de guerra del Colegio Ignacio Zaragoza. Los devotos se colocaron en los alrededores de la carroza en donde iba el niño mártir para iniciar la caminata en la calle Hidalgo hasta Aldama, para tomar luego rumbo a la arteria General Cepeda.

Una patrulla de la Policía Municipal iba al frente de la procesión que ocasionó trastornos viales y la molestia del transporte urbano y automovilistas, quienes al ver que se trataba de un evento religioso de inmediato se persignaban.

La procesión siguió hasta llegar a la capilla del Santo Cristo del Ojo de Agua, que empezó su novenario desde hace días. Aquí, otro grupo de feligreses esperaban las reliquias al igual que el sacerdote Ignacio Flores.

LA HISTORIA DE SAN JOSECITO

Fue detenido por el Ejército Federal Mexicano, acusado de acompañar a un grupo de cristeros en las afueras del poblado de Cotija, Michoacán. El 10 de febrero de 1928 lo sacaron de una parroquia que era utilizada como cárcel, le cercenaron las plantas de los pies obligándolo a caminar hasta el panteón municipal.

Ahí, lo obligaron a excavar su nicho. Le ordenaron que renegara de su fe católica y renegara en contra de Cristo para poder perdonarle la vida. San Josecito se negó a hacerlo y grito: “¡Viva Cristo Rey y la Virgen de Guadalupe!”, optando el Ejército por llevarlo a la horca, en vez de darle un tiro en la cabeza.