Saltillo.- En 2012, el escritor Benjamin Alire Sáenz deslumbró a una generación de lectores con su novela Aristóteles y Dante Descubren los Secretos del Universo. La historia de la relación amorosa entre dos jóvenes que, juntos, combatieron al mundo para estar cerca: uno con el otro. Eso fue lo que atrajo a numerosos lectores, quienes encontraron en Ari y Dante, a dos amigos que cruzaron la misma odisea de aceptación que ellos.

Ahora, casi una década después, Alire Sáenz regresa con Aristóteles y Dante se Sumergen en las Aguas del Mundo (Planeta, 2021). Una historia que, contraria a su primera parte que era “mucho más íntima, que se iba hacia adentro de estos dos personajes, estos dos chicos que se encuentran”, mira hacia el exterior “hacia afuera, pues entienden que su amor tiene un contexto social y político en el que los gays no están aceptados y son rechazados”, pues la novela se desarrolla durante la época de apogeo de la pandemia de vih que sufrió el mundo, “cuando en la comunidad fueron más odiados y rechazados. Ellos estaban en contra de ellos, porque el mundo heterosexual tenía miedo a esa enfermedad”.

Por ello esta nueva novela es un libro que trata temas más maduros, según apuntó su autor, y agrega que es una muestra de que la comunidad homosexual ha sido marginada por muchos prejuicios entre los que están los de salud, pero también temas como la religión. Pues durante los 80 y a raíz de la enfermedad se les decía cosas como “ustedes son culpables de esta enfermedad, porque viven una vida contranatural. La sociedad era muy dura y tenían tanto coraje porque los gays existiéramos en este mundo”.

Este marco histórico en el que se desarrolla el libro tiene una importancia vital para el escritor, pues agrega que “perdí un hermano, a un amigo que era lindísimo que era como Dante, y a un profesor que marchó por sus derechos. Fue él quien me dijo que si yo era un autor, tenía que escribir sobre esto: por eso me volví escritor”, como detalló a Zócalo en entrevista.

Acompañar a los lectores

El ganador del Premio PEN/Faulkner de Ficción, señala que actualmente el mundo está sumido en una situación similar a la de hace 40 años, pues la pandemia ha dividido al mundo. Esa visión individualista se contrapone con la del otro, aumentada por la soledad en la que la cuarentena han ahogado a todos.

Para él es necesario reencontrar, ahora, una conexión con el otro para, a partir de ella, entenderlo y aprender a vivir de mejor forma. Sin miedos, prejuicios ni miedos de ser quien se es. Por ello la literatura es una de acercarse a estas realidades que muchas veces se desconocen.

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Todos somos parte de una comunidad, y en este momento, en las redes sociales por ejemplo, hay tanta diferencias y rencor en lo que pensamos y decimos que todo se ha convertido en un caos para nuestra sociedad. Pero hay que preguntarnos quiénes sufren, y la respuesta es que son nuestros hijos quienes no pueden pensar por sí mismos, porque están viendo que todos los demás tienen su verdad, están coptados de su libertad”, dijo.

Y ese reencuentro se llevará el próximo 3 de diciembre en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, cuando presente su novela ante un grupo de lectores que han encontrado en ella una historia que los ha acompañado en sus momentos más difíciles, pero también con la que han crecido y andado ese camino llamado vida.

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Escribir esta secuela fue muy difícil porque sabía que mi libro iba a ser comparado con el primero y que iba a sufrir por eso, porque ese libro ha sido muy importante para mis lectores, pero esta novela va en otra dirección y es más consiente del mundo en el que viven” es por ello que esta nueva historia “fue difícil, pero que como artista tenía que dar forma a la obra que vive dentro de mí. Tuve que escuchar a mi corazón y su lucha, para que mis lectores también lo lean ahora: si un libro no duele, es porque no sirve”.