El sábado 6 de diciembre, con un Zócalo lleno, la presidenta Sheinbaum celebró el 7° Aniversario de la Cuarta Transformación, su mensaje fue claro “no vencerán al pueblo con calumnias”, situación que tuvo que mencionarlo, hasta ser casi el pilar de su discurso, debido al reconocimiento de la invasión mediática que están sufriendo los gobiernos emanados de morena.
“En estos días se ha demostrado que porque más campañas sucias, por más compra de bots y robots, por más alianza con grupos de interés en México y en el extranjero, por más consultores que contraten para inventar calumnias y mentiras difundidas en medios, por más intentos de hacer creer al mundo que México no es un país libre y demócrata, por más alianzas que quieran tejer con el conservadurismo, no vencerán al pueblo de México ni a su presidenta”, sentencio Sheinbaum.
Así mismo, recordó los logros de la 4T y su administración. La celebración corría mientras se anunciaba otro aumento al salario mínimo, y el expresidente Andrés Manuel López Obrador, líder moral e ideólogo de la 4T, reaparecía para presentar su nuevo libro “GRANDEZA” que habla sobre el “Humanismo Mexicano”.
A pesar de tanto ataque. La 4T sigue arrasando electoralmente en el país. ¿Por qué? Cuando el país era gobernado por el PRI-AN, llego a un grado de hartazgo por la falta de economía de los que menos tienen.
Mientras que el éxito de los gobiernos de izquierda en México, no son resultado de una casualidad electorera, o una estrategia de marketing, mucho menos campañitas de redes sociales, sino a hechos contundentes que llegaron a tapar enormes huecos que había dejado el neoliberalismo en las décadas del PRI-AN.
Ahora parece sencillo decirlo, sube el salario mínimo, aumenta la capacidad adquisitiva del ciudadano de a pie, programas sociales realmente universales, no como herramientas clientelares para la compra del voto “frijol con gorgojo”.
Esas simples acciones que avizoró Andrés Manuel Lopez Obrador, cambiaron la economía de millones dándole un levantón a la calidad de vida de “los de abajo”, con una repercusión positiva también a “los de arriba”. ¿Qué suban los de abajo en que le ayuda a la clase media y alta? Si la clase mas humilde esta mejor, consume más, y le compra más a los de arriba. Si los de abajo están mejor, delinquen menos y disminuyen los secuestros (Coeficiente de Gini), generándose una sensación menor de injusticia generalizada.
De esa forma se traduce la primer frase intentona del presidente AMLO cuando fue candidato en el 2006 y que muchos no entendían: “Por el bien de todos primero los pobres” ¿Ahora ya la entienden algunos?
Hoy en día podemos decir que, “no se necesitaba ser un genio” para ver que es lo que hacía falta en el país. Era muy claro. Sin embargo, en ese tiempo, casi nadie lo veía, o si lo veían decían era imposible, hasta que llego un joven tabasqueño, idealista, que se hizo jefe de gobierno de la CDMX y lo cambio todo.
Añadamos que tenía un discurso político simple, llegador, con frases como: “No puede haber gobierno rico con pueblo pobre”, y la etiqueta de “Mafia en el poder” a los empresarios favorecidos por la política. Desde luego que señalo siempre que “La corrupción es el principal problema de México”, y la iba a combatir “de arriba para abajo”, en su campaña a ras de suelo, se dedicó a desmentir miles de mentiras que nos habían dicho gobiernos anteriores, cobijados por medios traidores como Televisa, TV Azteca, etc. que engañaron al pueblo por muchos años.
Por cierto, la 4T inicio con una campaña negra del “Peligro para México” en el 2006 ¿la recuerdan? No había tantas redes sociales en ese tiempo, y la mentira triunfó con la victoria fraudulenta de Felipe Calderón. Fue hasta el 2018, que gracias a las redes sociales ese desmentido de AMLO tuvo éxito, y hoy sigue reinando la verdad o “la nueva verdad” que dictan las “benditas redes sociales” como él les llama. Por eso hoy por hoy, buscan los adversarios de la 4T pegar con las mismas redes sociales, “en su propia cancha y con el mismo balón”, contratando profesionales de la mentira como estrategas digitales.
Otra frase que le pego mucho a AMLO: “Austeridad republicana” que significa reducir los privilegios y destinar los recursos públicos para servir al pueblo no para servirse. Era muy sencilla la formula, fácil, eso dicen ahora los analistas a posteriori, solo que en ese tiempo nadie lo veía, ni lo decía, mucho menos hacía, salvo el caso Colosio que ya sabemos que le pasó…
De esa forma, el peligro para Mexico resulto ser el más grande economista que saco a 13.4 millones de la pobreza entre el 2018-2024 (CONEVAL), y duplico el poder adquisitivo real a más del doble (CONASAMI). Que dio programas sociales efectivos, tal cual dosis de medicina a un pueblo habido de justicia social. Con apoyos a adultos mayores, discapacitados, estudiantes, y madres solteras.
Para cerrar con broche de oro, AMLO, en la cúspide de su carrera, decide retirarse y apoyar a una mujer para que sea la que siga los destinos del país: Claudia Sheinbaum Pardo. Con esta decisión rompe dos moldes: El del izquierdista autoritario, que norma en Latinoamérica, cuando un presidente popular no se quiere ir de la silla. Y el otro molde roto es el del machismo mexicano porque ahora una mujer mandará, y así sucedió.
A un año de gobierno, Claudia muestra un perfil de gobierno de continuidad de los programas de la 4T, y sigue corrigiendo los desatinos y desvíos de gobiernos del pasado: Reforma al poder judicial, la nueva ley para regular concesiones del agua, continuidad y creación de nuevos programas sociales como la pensión a las mujeres de 60 a 64 años, más lo que viene.
¿Y cómo le hizo ese genio AMLO para el éxito de la 4T? Muy sencillo, supo escuchar al pueblo.
Esa es la enseñanza para los políticos, más allá de la imagen y la publicidad, el pueblo tiene la respuesta sobre qué es lo que falta, y que es lo que sobra, que funciona y que no funciona. Pero hay que saber escucharlo. De ahí las frases “el pueblo sabio”, y “tonto quien piense que el pueblo es tonto”.
Twitter: @CesarDavilaQuin
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