Negocios
Por Grupo Zócalo
Publicado el viernes, 19 de agosto del 2022 a las 04:03
Ciudad de México.- Comprar un auto nuevo se ha convertido en un ejercicio de paciencia. La mayoría de las marcas en México tiene listas de espera que van desde los 45 días y pueden llegar a los nueve meses. Con un poco de suerte puede haber entrega inmediata, pero este tipo de casos se ha vuelto “la excepción a la regla”.
El que la mayoría de los clientes ahora tenga que esperar meses antes de estrenar su auto obedece a la suma de varios factores, una tormenta perfecta que inició con la escasez de chips a principios de 2021 y que continúa hasta ahora conforme nuevas disrupciones en las cadenas de suministro se han ido añadiendo.
No todo es culpa de los chips
Hoy, un vehículo llega a incorporar más de mil semiconductores, lo que, en medio de una escasez global de estos diminutos componentes, es un dolor de cabeza constante para la industria automotriz. Pero no es el único.
A principios de 2021 una tormenta invernal en Texas afectó el suministro de gas para las plantas de Norteamérica, ocasionando desabasto de resinas y plásticos. Un mes después, en marzo de 2021, un buque portacontenedores atorado en el canal de Suez, eje de la cadena mundial de suministros, desquició el tráfico marítimo durante semanas; mientras que el incendio de la planta de chips Renesas Electronics en Japón agravó el desabasto de semiconductores para las armadoras japonesas, que hasta entonces habían logrado sobrellevar mucho mejor el problema.
Los desajustes en la cadena de suministro continuaron durante 2021 y han empeorado en 2022. Nuevos confinamientos en China, tras la llegada de la variante ómicron, recrudecieron el desabasto de componentes electrónicos; mientras que la invasión rusa en Ucrania paralizó la producción de autopartes y vehículos en Europa. En marzo de este año, un terremoto y amenaza de tsunami en Japón obligó a algunas armadoras a cerrar plantas durante un par de semanas.
¿Cuánto tiempo hay que esperar?
Las listas de espera se hacen grandes en los escritorios de los concesionarios. “Es un happy problem: tenemos mucha demanda, pero las unidades nos llegan a cuentagotas”, explicó Eugenia Benavides, gerente de marca para SUV y nuevos productos de Ford en México.
Los inventarios prácticamente han desaparecido de los pisos de venta y las unidades que llegan se entregan a los clientes que ya las esperaban con varios meses de antelación.
Mazda es otra marca que ha visto crecer sus listas de espera, de entre 5 y hasta 10 meses, conforme nuevas disrupciones surgen en Asia.
Otras marcas realizan preventas de algunos lotes que las plantas confirman para el mercado mexicano. A principios de julio, Ford lanzó la preventa de las primeras 100 unidades de la versión top del eléctrico Mustang Mach-E. Suzuki, por su parte, realizó en agosto una nueva preventa de un nuevo lote de mil 300 unidades de su modelo todoterreno Jimny.
S&P Global Mobility prevé que la guerra en Ucrania reducirá la producción mundial de vehículos ligeros hasta 2024.
La firma de investigación automotriz, anteriormente conocida como IHS Markit, rebajó en marzo su pronóstico de producción global de vehículos ligeros para 2022 en 2.6 millones de unidades, a 81.6 millones, desde los 92 millones producidos en 2019.
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