Internacional
Por Grupo Zócalo
Publicado el martes, 5 de noviembre del 2024 a las 05:05
Filadelfia, Penn.- Los candidatos a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, Kamala Harris y Donald Trump, llegan a los comicios empatados en las encuestas y la incertidumbre se dilucidará en siete estados en disputa en los que estarán todas las miradas.
Harris aventaja en voto popular con 48% a Trump, que tiene 46.9%, según el agregador de encuestas Five Thirty Eight, lo que pone a la demócrata 1.1 puntos por encima del republicano.
De esta forma se mantiene la tendencia del último mes, con un ligero descenso del apoyo a la vicepresidenta y el expresidente consiguiendo aumentar un pequeñísimo margen su base.
Esta cifra representa el voto popular, aunque en Estados Unidos la elección presidencial se decide de manera indirecta a través del Colegio Electoral, que cuenta con 538 compromisarios.
Este sistema permite que un candidato pueda ganar la Presidencia incluso perdiendo el voto popular.
“Como ningún otro estado, Pennsylvania determinará quién será el próximo Presidente”, asegura John Kennedy, profesor del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de West Chester.
Los expertos consultados afirman que hay factores que hacen de Pennsylvania la “joya de la corona”. Si bien todos los estados son relevantes, la suma de 270 votos del Colegio Electoral dan el ganador de las presidenciales, de los cinco estados más poblados del país, Pennsylvania es el único que no se ha definido.
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Ambos candidatos llegaron al cierre de campaña en empate técnico. Si los demócratas pierden Pennsylvania, probablemente pierden la elección, porque es la ruta más directa a la victoria para Harris, quien necesita preservar el llamado muro azul (conformado además por Michigan y Wisconsin y conocido así porque entre 1992 y 2012 votaron mayoritariamente demócratas)”, sostiene Alison Dagnes, titular del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Shippensburg.
“Si sacas Pennsylvania de la ecuación, la ruta es mucho más difícil, porque Harris tendría que ganar dos estados más, como Arizona, Georgia o Nevada. ¿Es posible? Sí, pero es mucho más difícil, de ahí que Pennsylvania sea crítica”, insiste Powers.
Amago a Sheinbaum
El candidato republicano dijo que informará a la presidenta Claudia Sheinbaum sobre la imposición de un arancel del 25 por ciento a exportaciones hacia Estados Unidos si no atiende los cruces ilegales y el tráfico de drogas en la frontera entre los dos países.
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Tenemos una nueva Presidenta en México. Supuestamente una mujer muy agradable, dicen, yo no la conozco.
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Y voy a informarle desde el primer día o mucho antes, que si no detienen esta avalancha de criminales y drogas que entran a nuestro país voy a imponer un arancel del 25 por ciento a todo lo que mandan a Estados Unidos”, expresó Trump durante un mitin en Raleigh, Carolina del Norte.
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La razón por la que no lo he hecho es porque ustedes son los primeros en saberlo. Felicidades, Carolina del Norte”.
Esta se suma a otras amenazas que ha hecho el exmandatario, como la de imponer aranceles a supuestos autos chinos fabricados en territorio mexicano, de los cuales no se tiene registro alguno.
Trump también dijo en un evento de campaña que había hecho amagos similares a la empresa John Deere si decidía llevar su producción a México.
A menudo, el exmandatario habla de cómo amenazó de manera similar al expresidente mexicano Andrés Manuel López Obrador para que adoptara su política de “Permanecer en México”, según la cual los migrantes tienen que esperar al sur de la frontera con Estados Unidos para solicitar asilo. Biden puso fin a ese programa.
Vencer la apatía
Laura Cortés, residente en Los Ángeles y de origen mexicano, asegura que vivirá las presidenciales estadunidenses como “un día normal”. No confía en ningún candidato, una postura que comparten muchos votantes y que los demócratas intentan cambiar redoblando sus esfuerzos para incentivar la participación a pocas horas de la jornada electoral.
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Es una responsabilidad de todos el votar para mantener nuestra democracia”, dice Pete Aguilar, el legislador hispano de mayor rango en el Congreso de EU, quien junto al contendiente demócrata del distrito 34 a la Cámara de Representantes, Jimmy Gómez, pasó la víspera de las elecciones en Los Ángeles tocando puertas para persuadir a los ciudadanos a que ejerzan su derecho al voto.
“Aquí es donde está el campo de batalla. Estas contiendas son absolutamente importantes y la participación de los latinos marcará la diferencia”, ahonda el legislador.
California es un estado profundamente demócrata que no decidirá el resultado de las elecciones presidenciales.
Pero en el estado más poblado del país sí que están en juego cinco escaños de la Cámara de Representantes que podrían devolver a los demócratas la mayoría parlamentaria que perdieron en las elecciones de medio mandato de 2022, si logran ganar al menos cuatro de ellos.
Controlar el Congreso
El año electoral no sólo consiste en la votación presidencial, incluye también a miembros de ambas cámaras en el Congreso federal y el liderazgo en 11 estados a través de las elecciones para gobernador y votaciones en los congresos estatales, así como en numerosas legislaturas locales. Además, en 41 estados, los votantes tendrán la oportunidad de aprobar o rechazar diversas medidas y enmiendas en temas de gran relevancia social, económica y política.
En el Congreso, la Cámara de Representantes y el Senado tendrán elecciones claves que determinarán el equilibrio de poder. Actualmente, los republicanos mantienen una ligera mayoría en la Cámara de Representantes con 222 escaños, mientras los demócratas ocupan 213. Esta configuración permite a los republicanos el control de las decisiones legislativas, aunque con un margen reducido que pone en juego la mayoría en noviembre.
En la Cámara Baja estarán en juego los 435 escaños. De acuerdo con las encuestas, 55 de las contiendas se consideran disputadas.
Los republicanos tienen una ligera ventaja para la Cámara Baja, aunque dependen de los resultados en distritos clave en estados como Pennsylvania, Carolina del Norte y California. Estos estados, con distritos competitivos, podrían inclinar la balanza en ambas direcciones, especialmente si los demócratas logran movilizar un alto porcentaje de votantes en áreas urbanas y suburbanas, donde suelen tener más apoyo.
En el Senado, la situación es igual de ajustada. Los demócratas tienen una ventaja de 51-49 sobre los republicanos. Sin embargo, varios escaños actualmente en manos demócratas están en estados donde Donald Trump ganó en elecciones anteriores, como Ohio, Montana y West Virginia.
La capacidad de los republicanos para ganar estos escaños y cambiar el control de la Cámara Alta dependerá de la movilización de su base conservadora y del enfoque en temas locales específicos que resuenan en estos estados.
Están en juego 33 escaños. En 2018, cuando hubo la misma cantidad en juego, seis cambiaron de partido, y se prevé que las de hoy serán aún más reñidas.
Cuestión de varios días
El conteo de votos se prolongará más allá de la noche electoral del martes, y determinar el resultado de la contienda presidencial también podría dilatarse. Incluso en los estados que contabilizan sus boletas con relativa rapidez, si la contienda está tan reñida como dicen las encuestas, podrían pasar días antes de que se pueda proyectar un ganador (los resultados de las elecciones no son oficiales antes de la certificación final).
Contrario a la mayoría
El sistema, que hoy beneficia a los estados más pequeños y menos poblados, se creó antes de que la mayoría de la población de Estados Unidos pudiera votar. Otorgó a los estados del sur un crédito parcial por sus poblaciones esclavizadas para determinar el volumen de su representación, pero les dio derechos de voto sólo a ciertos hombres blancos.
Los votantes estadunidenses votan por el Presidente, aunque eligen a los electores que finalmente elegirán al Presidente. El número de electores se ha establecido en 538 desde 1964 y se requieren 270 para ganar. Cada estado tiene un número de electores igual a su representación en el Congreso (representantes en la Cámara más dos senadores). Entonces, Wyoming tiene tres electores, mientras que California, el estado más poblado, tiene 55.
Impera el miedo
Los migrantes que se encuentran en albergues en Tijuana, mostraron ayer preocupación e incertidumbre ante un posible triunfo del candidato republicano, al recordar las medidas que impulsó durante su pasada Administración (2017-2021).
El desasosiego es especialmente notable entre aquellos que son solicitantes de asilo y que prontamente serán recibidos en Estados Unidos, pues no saben si tras la elección sus casos avanzarán o quedarán bloqueados, dado que muchos tuvieron un periodo de espera de hasta 10 meses.
Jorge, quien decidió ser nombrado así por seguridad, es originario de Guerrero, de donde salió hace más de un año por la violencia que se vive en su lugar de origen.
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Con todo lo que ha dicho Trump sobre los migrantes siempre hay inconformidad, y si es así, que él llegara a ganar, pues yo me imagino que hay que hacer las cosas conforme a la ley, para estar bien allá, para que no lo deporten a uno”.
Con información de Agencia Reforma, EFE, El Universal y The New York Times
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