Nacional

Publicado el lunes, 13 de octubre del 2025 a las 00:15
San Luis Potosí.- En las colonias de Tamazunchale, San Luis Potosí, suman cuatro días bajo el lodo, con hedor al drenaje que se desbordó, sin servicios básicos ni comida y, acusan los pobladores, en el olvido, tras las inundaciones por las fuertes lluvias.
Y ahora incluso los amenazan los zancudos.
Mar Cielo Ramírez habita en el Barrio San José, sobre la Avenida Juárez, en la desviación que conduce al río Amajac, y asegura que este lunes se cumplen cinco días sin que ninguna autoridad los haya ido a auxiliar, dándole preferencia a la colonia El Carmen, una de las más afectadas.
“Ahorita estamos batallando con el lodo, aproximadamente fueron tres metros de puro lodo. Ahorita es un caos, no hemos recibido apoyo de nadie, en todo Tamazunchale hemos visto que según el Gobernador mandó apoyo, pero nosotros no hemos recibido nada(…) Sí huele demasiado a las heces fecales y todo, y pues así andamos en el lodo, no nos queda de otra más que sacarlo”, denuncia.
Mar cuenta alrededor de cinco colonias más en la misma situación, desde que vieron al cielo convertirse en agua.
“Llevamos cuatro días ya, mañana hacen cinco de que nadie nos escucha”, reprocha.
El municipio de la Huasteca potosina fue una de las víctimas más severas de la fuerza de “Raymond” y “Priscilla”, dos ciclones que se conjuntaron en el Pacífico.
En su calle, de cinco casas, cuenta que tres lo perdieron todo: muebles, papeles, cama, puertas, vidrios, comida, ropa, todo un patrimonio.
Sus tías, su abuela, su madre, su hermana y ella suman más de 72 horas sin poder dormir, porque temen que la rapiña les robe lo poco que les queda.
“Unos vecinos nos prestaron un garage y prácticamente nos dormimos en un cartoncito, con unas sábanas que nos prestaron unos amigos. No acudimos a los albergues porque como las casas están abiertas, desgraciadamente se aprovechan. Si de por sí, perdimos cosas y que se metan a robar, ya sería quemar lo poquito que se rescató. Nos hemos quedado a velar”, dice.
Sólo hoy acudió una máquina que por media hora intentó desahogar el lodo que rompe las palas con las que han intentado desatorarlo, porque en algunas zonas “parecen piedras” y en otras se ha comenzado a encharcar siendo atractivo para los zancudos.
De comida y de agua no han visto nada. Una familia conformada por dos adultas mayores, dos estudiantes, una ama de casa y tres trabajadores de locales han sobrevivido con donaciones de amigos, familiares y vecinos.
La joven de 21 años dice que cuando todo acabe volverá a trabajar en una óptica para poder terminar sus estudios, pero, por lo pronto, lo que más le apura es tener agua para poder limpiar.
“Nos urge una máquina para que puedan mover el lodo, agua, palas porque se han roto porque el lodo es una piedra, y principalmente, si se pudiera, un poco de ropa para mi familia que lo perdió todo”, pide.
“Que el Gobernador se acuerde de toda la gente, no nada más en ciertos lugares. Que se acerque, que así como está apoyando a los demás, también se acuerde de nosotros”, dice.
Este domingo, el Alcalde Adelaido Cabañas aseguró que ya habían comenzado a visitar a los afectados por la creciente del río Texojol y el Barrio Río Claro.
“Ya están trabajando las máquinas”, dijo previo a admitir que las afectaciones son demasiadas.
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