Taipéi.- El Ministerio de Defensa Nacional (MDN) de Taiwán reportó este viernes el mayor número de incursiones de aeronaves chinas de los últimos ocho meses, un día después de que el presidente isleño, William Lai, pidiera “reforzar la vigilancia” ante la presión militar de Pekín en los alrededores de este territorio.
En su último parte diario, la cartera castrense indicó que un total de 46 aparatos, entre ellos cazas de combate, bombarderos, drones y helicópteros, cruzaron la línea media del estrecho de Taiwán y entraron en la región norte, suroeste y este de la autoproclamada Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ) taiwanesa.
Esta cifra de incursiones es la más alta registrada desde el pasado 14 de octubre, cuando 111 aeronaves de guerra chinas atravesaron la línea divisoria del Estrecho en los ejercicios ‘Joint Sword-2024B’.
“Las Fuerzas Armadas de la República de China han monitoreado la situación y empleado aviones de misión, buques de la Armada y sistemas de misiles costeros”, señaló el Ministerio de Defensa.
El mandatario taiwanés, tachado de “independentista” y “alborotador” por Pekín, solicitó este jueves al Ministerio de Defensa y al Equipo de Seguridad Nacional que “fortalezcan integralmente la vigilancia” y “mejoren las capacidades de recopilación y análisis de inteligencia”.
“En los últimos días, las acciones de las flotas de portaaviones Shandong y Liaoning han supuesto riesgos considerables para la región del Indopacífico”, advirtió Lai, quien consideró “llamativo” que la presión militar de China no haya disminuido pese a la situación en Oriente Medio.
Esta intensificación de la actividad aérea china también tuvo lugar después de que el buque patrullero británico HMS Spey navegara por el estrecho de Taiwán, tránsito que Pekín calificó de “provocación deliberada”.
“ El Reino Unido ha distorsionado principios legales y engañado a la opinión pública”, declaró el coronel Liu Runke, portavoz del Comando del Teatro Oriental de Operaciones del Ejército chino, en un comunicado en WeChat.
“Estos movimientos se dan en un contexto de fuertes tensiones entre China y Taiwán, una isla gobernada de forma autónoma desde 1949 y considerada por el Gobierno chino como una “provincia rebelde”.
El objetivo declarado de China es lograr la “reunificación” con Taiwán, una meta para la que no ha descartado el uso de la fuerza.