Washington.— El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó una investigación formal sobre el uso de la firma automática (autopen) durante el mandato de su antecesor, Joe Biden, alegando que podría haber sido empleada para ocultar un presunto deterioro cognitivo del exmandatario.

En un memorando enviado a medios, Trump instruyó a la fiscal general Pam Bondi y al equipo jurídico de la Casa Blanca a determinar si hubo abusos en la delegación de facultades presidenciales, así como una posible conspiración para ocultar el estado de salud mental del demócrata.

El republicano asegura que “numerosas decisiones ejecutivas podrían haber sido firmadas sin conocimiento real de Biden”, incluyendo indultos, nombramientos y órdenes presidenciales, lo que pondría en duda su validez legal.

La pesquisa también deberá evaluar si hubo un acuerdo entre asesores para desacreditar videos y testimonios sobre la supuesta incapacidad del expresidente.

Trump calificó el presunto uso del autopen como “el mayor escándalo político en la historia de EE.UU.”, solo comparable —según él— con las elecciones de 2020, que insiste sin pruebas fueron manipuladas.

Por su parte, Biden rechazó los señalamientos, asegurando que todas las decisiones tomadas durante su gobierno fueron suyas. “Cualquier insinuación de lo contrario es ridícula”, declaró en un comunicado. El exmandatario demócrata calificó la orden de Trump como un intento por distraer al público de políticas impopulares que afectan a los programas sociales y benefician a los grandes capitales.