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¡¡¡Un gran día!!!

Por Guadalupe Loaeza

Hace 1 semana

Más de 10 minutos estuvimos dudando Enrique y mi primo Vicente a qué restaurante ir. “A mí se me antoja comida japonesa”, dije con cierta timidez. Los dos me miraron sorprendidos. “¿Venir a Guadalajara a comer japonés?”, me preguntó Enrique. Finalmente ambos accedieron. Al llegar al restaurante mi primo exclamó: “¡Detrás de nosotros está Joan Manuel Serrat!”. No lo podía creer, hacía unas horas le había comentado a Enrique acerca de la vida tan azarosa del cantautor, hoy retirado de los escenarios. De un brinco me incorporé y lo fui a saludar: “Mi nieta se llama Lucía y hoy por la mañana le mandé su canción del mismo nombre. También le mandé a mis hijos El carrusel del Furo”. Enseguida, le dije rápido rápido cuánto lo admiraba y le pregunté si conocía a las hermanas Pecanins. “Eran mis amigas”, me contestó con una sonrisa nostálgica. “También mías”, le comenté. Luego nos tomamos una selfie y nos despedimos, como si esos momentos mágicos nos recordaran que nunca más nos volveríamos a ver.

Sobre Joan Manuel Serrat, Premio Princesa de Asturias de las Artes 2024 y caballero de la Legión de Honor de la República Francesa, yo ya sabía muchísimas cosas porque lo escuché varias veces cantar en persona. Sabía que había nacido en medio de una familia obrera y republicana, que tiene 81 años, que era padre de tres hijos, “todos buenas personas”, y que ya era abuelo. Sabía que Serrat siempre le había cantado a la libertad y que nunca había olvidado quién fue ni quién era. Sabía que su padre, Josep Serrat, había sido anarquista, afiliado a la CNT y que había sido el primero en regalarle a los 16 años una guitarra. Desde entonces, no la ha soltado. Su abuela, en lugar de comprarle chocolate, le compraba cancioneros, los cuales dejó muy pronto, para componer sus propias canciones. Dicen que se puso a cantar para “acercarse a las chicas”. Bueno, eso dicen.

En 1964, cantó por primera vez en la radio. Muy poco tiempo después grabó su primer disco. Pero en esa época el franquismo impuso en toda España el castellano como idioma oficial. Serrat siguió cantando en catalán, el idioma de su tierra. Sabía también que se había involucrado con el movimiento Pro-Catalunya y que se había incorporado a un grupo que defendía el derecho de cantar en catalán, pero las autoridades hicieron todo lo posible por evitárselo. Por esa razón, le impidieron participar en el Festival de Eurovisión y fue vetado 5 años por la televisión española. Serrat continuó cantando, pero ahora también en castellano y sus amigos catalanes le reprocharon su “traición”.

Viajó a Chile, donde lo adoran. Se entusiasmó con la elección de Allende, pero después de su muerte la dictadura le prohibió entrar al país. Sabía que se había exiliado en México, pero entonces no la pasaba tan bien, sentía que el tiempo no pasaba. En 1976, gracias a la amnistía del rey, regresó a España y desde entonces ha cantado en la lengua en la que mejor se expresa, en la que le prohibían hacerlo.

En 2014, en uno de sus conciertos en Bellas Artes, recordó su primera presentación en México, en 1969: “Era un Día de Muertos y teníamos frescas las lágrimas del 68. En aquella época era el Necaxa, el Metro estaba recién inaugurado, la Zona Rosa era de verdad rosa. Gustavo Díaz Ordaz era el Presidente y, nada, fue así como me enamoré de este país, en un Día de Muertos”.

Durante décadas nos ha acompañado su voz tan característica. Este “vagabundo catalán” que ha ido por la vida, harto ya de estar harto, cansado por preguntarle al mundo por qué y por qué. Serrat no se siente extranjero en ninguna parte del mundo, y menos en México, país que quiere tanto: “La verdad es que uno sólo tiene gratitud para ustedes y que me permite hacer esto que tanto me divierte, que me deja viajar, conocer gente y encima me pagan. Por ustedes, ya no digo armario, sino ‘clóset’; al pavo, le llamo ‘guajolote’, y al guardaespalda, ‘guarura’. Abróchense los ligueros, los bragueteros y los cinturones de seguridad porque vamos a viajar en el tiempo y la nostalgia”, advirtió Serrat en 2014, quien hace muchos años luchó contra un cáncer de vejiga y en 2010 se sometió a una intervención quirúrgica para extraerle un tumor pulmonar.

Hoy, a las 16:00 horas, en el Auditorio Juan Rulfo de Expo Guadalajara, el cantautor se reunirá con jóvenes a partir de un diálogo con Benito Taibo. Sin duda, ayer fue ¡¡¡un gran día para mí!!!!

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