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Publicado el domingo, 8 de noviembre del 2015 a las 15:58
Saltillo, Coah.-A pesar de las posibles repercusiones sociales, morales y sicológicas, donar esperma en una clínica de Monterrey resulta lucrativo para 30 saltillenses que acuden dos veces por semana a dejar muestras que se utilizan en los tratamientos de fertilidad que ofrece la clínica, por las cuales pueden ganar hasta 100 mil pesos en un año si terminan el proceso que establece el hospital.
Se trata de una clínica especializada en tratamientos de fertilidad en el centro de Monterrey, donde cualquier hombre de entre 20 y 35 años puede acudir a postularse como candidato a donador de esperma.
”Incluso desde hace cinco años se pueden registrar personas homosexuales siempre y cuando cumplan con el perfil que se requiere”, dijo el especialista en fertilidad, encargado del banco de esperma.
Según los datos ofrecidos por la clínica, actualmente 30 saltillenses son donadores y en el último mes se han registrado cuatro hombres más, los cuales se encuentran en el proceso de estudios clínicos para determinar si serán donantes.
El proceso de donación dura un año; al término del mismo, el donante habrá recibido 100 mil pesos a modo de incentivo por haberse ofrecido como voluntario. El donante establece un compromiso con la clínica de mantenerse en buen estado de salud por el tiempo que dura el proceso.
DONACIÓN LUCRATIVA
José Luis tomó la decisión de ser donante al ver a dos amigas que estaban buscando tener un bebé. Ya llevaban varios intentos y finalmente pudieron embarazarse.
Ahí surgió su idea, él no quiere tener hijos, pero encontró en la donación de esperma la posibilidad de dar esa oportunidad a otras personas como sus amigas.
Ellas le platicaron de una clínica en Monterrey, muy cerca de Saltillo, investigó sobre el hospital y decidió pedir una cita para conocer el proceso.
“Llamé a la clínica y pedí una cita, no me pidieron nada, sólo que acudiera a hablar con el médico, ahí me daría la información sobre el proceso; era más la curiosidad de saber si yo podía ser donante o no”.
Éste comienza con un cuestionario sobre el historial médico del posible donante, el cual es revisado en una cita con el especialista, quien además hace un examen físico del donador para verificar si es un candidato viable.
“Llené el formulario del historial clínico familiar y luego el médico hizo un examen físico. Me revisó si tenía lunares, cicatrices, también midió la temperatura de mis genitales, luego me explicó en qué consistía el proceso”.
El proceso comienza con una muestra de esperma, entre los requisitos para obtenerla hay que estar tres días en abstinencia sexual.
“Ingresas a un cubículo donde hay una silla, te dan un frasco de plástico para que deposites tu esperma, es por medio de la masturbación que se realiza la donación”, señaló José Luis.
La muestra es analizada y si resulta viable se requiere otra cita para una nueva donación, con la cual se confirmará la calidad del esperma donado. Además se hace una serie de exámenes de sangre, de orina y cardiacos, para descartar cualquier tipo de enfermedad crónica.
Si el candidato es confirmado como donante, se tiene que comprometer con la clínica a continuar con el proceso durante un año, el cual se divide en 6 meses para las muestras de esperma y otros 6 para muestras de sangre.
“El doctor me explicó que tengo que acudir dos veces por semana a realizar una donación, tengo que cumplir con 60 muestras efectivas en 6 meses, por lo cual te dan un incentivo de 500 pesos por cada muestra”.
Durante el proceso el donante se somete a un tratamiento sicológico para que pueda asimilar que lo que está haciendo es de manera voluntaria y que se trata sólo de una donación, la cual no implica que serás padre de una persona.
Después de haber cumplido con las 60 muestras de esperma, el donante se tiene que realizar un análisis de sangre cada mes en un lapso de seis meses. La clínica les paga 10 mil pesos por cada examen, dando un total de 60 mil pesos al finalizar los chequeos.
Así termina el proceso de donación, al final la clínica le da una bonificación de 10 mil pesos al donante. Se firma una carta donde el donante se deslinda de los derechos sobre su esperma, además de un contrato de confidencialidad.
Las personas que reciban inseminación con su esperma no tendrán acceso a la información sobre la identidad del donante, asimismo el donante nunca sabrá en qué fue utilizado su esperma.
José Luis ahora espera que lo llamen para confirmarle que es un candidato viable para la donación. Dice que el dinero es un gran incentivo, pero al conocer el proceso se reafirma su intención de dar un regalo a aquellos que no pueden tener hijos.
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