Monclova, Coah.- Por cada diez mujeres que se atienden ante el Centro de Justicia y Empoderamiento para las Mujeres, ocho sufren violencia física y cuatro de ellas son agredidas frente a sus hijos, mientras que en cuatro de cada diez casos que se ventilan ante la Pronnif por violencia intrafamiliar, hijos son testigos de las agresiones.

Deyanira Nájera Muñoz, coordinadora del Centro de Justicia y Empoderamiento para las Mujeres, expresó que desafortunadamente son los hijos quienes en un gran porcentaje de veces son testigos de los actos violentos de sus padres cuando se agreden entre sí, en razón de que los hechos violentos estallan con frecuencia en el hogar.

Buscan romper ciclo de violencia

Deyanira Nájera, coordinadora del Centro de Justicia y Empoderamiento para las Mujeres, dijo que las principales consecuencias para los niños que viven violencia doméstica es la afectación psicológica, por lo que parte de la ayuda que se les brinda a las mujeres que sufren violencia intrafamiliar también se extiende hacia los hijos para evitar que de grandes repitan patrones de conducta.

Manotazos, puntapiés, armas punzocortantes o de fuego son utilizadas frecuentemente por los victimarios contra sus parejas, quienes en muchos de los casos no entablan la denuncia por el proceso estar sumergidas en el ciclo de violencia.

“No es fácil para ellas enfrentar una situación de violencia, a veces van luchando contra corriente, en ocasiones no tienen el apoyo de familia o los hijos, a veces no es fácil dar ese paso por lo que es importante tener el apoyo de su gente y acudir a pedir ayuda a esta instancia”, comentó.

Lizeth Hernández Elías, subprocuradora de la Pronnif en la Región Centro, también destacó el número de casos de niños que son testigos de la violencia entre sus padres.

“Es muy lamentable la violencia, máxime cuando la violencia es entre los padres y los hijos lo ven, pues esto genera incertidumbre entre los niños y un ambiente de violencia extremo”, dijo.

La funcionaria comentó que pasar por este tipo de hechos es un precedente que para evitar romper seguir el ciclo se debe buscar ayuda profesional, por lo que instó a quienes atraviesan por estos episodios a cuidar de los menores y acudir ante la dependencia a pedir orientación.

“Siempre lo hemos dicho, los papás son el ejemplo de los hijos, entonces cuando hay violencia qué ejemplo se le va a dar a los hijos en cuanto a valorar a una mujer, a respetar a la familia; es muy complicado porque daña la esfera emocional del niño pero sobre todo le genera un desequilibrio”, dijo.

Agregó que de cada diez asuntos de violencia intrafamiliar alrededor de cuatro son cometidos frente a los niños.

“Lamentablemente hay muchos asuntos de estos, en que los hijos son testigos de la violencia entre sus padres”, puntualizó.