Ciudad de México.- El presidente Donald Trump insistió ayer nuevamente en que la única forma en que un arancel al acero y aluminio no aplique a México y Canadá es lograr un acuerdo en el TLCAN.

“Estamos trabajando en el Tratado de Libre Comercio en este momento: si somos capaces de lograr un acuerdo con Canadá y México en el TLCAN, entonces no habrá razón para imponerles los aranceles a Canadá y México”, dijo.

Desde la semana pasada, Canadá condenó la idea de imponer aranceles a sus importaciones y apenas este martes el Gobierno de México exigió que el país sea exento de la aplicación del arancel.

Insistiendo en que el arancel global a las importaciones sería de 25% al acero y de 10% al aluminio, Trump defendió la idea como una medida para rebalancear el déficit comercial de EU y aseguró que en caso de una guerra comercial, los otros países perderían.

Sobre el tema, y tratando de suavizar un tanto la postura estadunidense, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo que una vez se firme el nuevo TLCAN, Canadá y México estarán exentos de las tarifas a las importaciones de acero y aluminio que el presidente Trump dará a conocer esta semana. 

“En el caso de Canadá y México, nuestro objetivo es tener un nuevo TLCAN, y una vez que lo hagamos (…) las tarifas no se aplicarán a ellos”, dijo Mnuchin en la Cámara de Representantes.

Guajardo ‘enseña los dientes’

Por su parte, México amenazó con gravar exportaciones políticamente sensibles de Estados Unidos si le impone pesados aranceles a las importaciones de acero.

El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, afirmó que su país apuntaría a los bienes donde haya “más sensibilidad política”, en referencia a los productos de exportación de aquellos estados de la Unión Americana con mayor influencia sobre Washington. “Tenemos capacidad para responder”, dijo.

Precisó que analizan cuáles son los bienes estadunidenses que podrían incluirse en la lista de productos sensibles. “No la estaremos haciendo pública hasta que lo que veamos enfrente nos diga exactamente qué van a hacer”, agregó.

Ya le cuesta a EU

El máximo asesor económico de la Casa Blanca, Gary Cohn, un banquero de Wall Street que se convirtió en un arquitecto clave de la reforma fiscal de 2017 y un baluarte contra las fuerzas proteccionistas dentro del Gobierno de Trump, dimitirá, informó la Casa Blanca.

“Ha sido un honor servir a mi país y promulgar políticas económicas a favor del crecimiento en beneficio del pueblo estadunidense, en particular la aprobación de una reforma fiscal histórica. Estoy agradecido con el Presidente por darme esta oportunidad y le deseo a él y a la Administración grandes éxitos en el futuro”, habría dicho Cohn.

Cohn era uno de los principales defensores del libre comercio en la Administración Trump, por lo que la nueva medida anunciada de aranceles al acero y aluminio podría haber motivado fuertemente su decisión de renunciar.