Berlín.- La localidad alemana de Bayreuth, donde se celebra estos días el programa de ópera wagneriana más importante del mundo, acoge paralelamente a partir de hoy el 61 Festival Wagner de Jóvenes Aristas, que pretende convertirse en un diálogo intercultural, con el punto central en el mundo árabe y su revolución.

Pero las exigencias no son mínimas: sólo los mejores jóvenes pueden participar en el evento, por lo que los organizadores buscaron en varios lugares de toda Europa. El lema de esta edición juvenil es “¡La música del futuro! Franz Liszt. Richard Wagner. Gustav Mahler”.

Un total de 300 jóvenes artistas de 34 países participan este año en el encuentro que se prolongará hasta el 28 de agosto próximo, con alrededor de un centenar de conciertos planeados.

El punto central este año es el proyecto “Orient meets Occident” (Oriente se encuentra con Occidente). Con jóvenes artistas del mundo árabe, se abordarán las revoluciones en esos países.

Al fin y al cabo, “esa revolución partió de los jóvenes”, afirmó la directora del festival, Sissy Thammer, quien añadió que “por eso hemos invitado a mucho jóvenes de Túnez y Egipto para que presenten sus fórmulas musicales”.

La música de los jóvenes árabes es una expresión de la revolución. “Con ello asumieron el clásico rol precursor histórico de los artistas en una revolución”.

Con una mezcla de sonidos árabes, jazz y música clásica europea, el docente egipcio Mohammed Ali Kammoun mostrará la musicalidad a partir de diversos ángulos.

Paralelamente a la revolución política, también hubo una revolución artística en Túnez y Egipto. “Ponemos nuestro arte al servicio de una nueva ley y de un nuevo orden que deben surgir”, afirma el egipcio.

Los jóvenes artistas árabes son también “músicos del futuro”, como en su momento lo fueron los compositores Richard Wagner, Franz Liszt o Gustav Mahler, sostuvo Andreas Loesch, presidente de la asociación del festival.

En su época, Wagner fue un revolucionario que con su música superó los tabúes de la opera del siglo XIX, desatando críticas como las de Eduard Hanslick, que consideraban que su música era una “vergüenza propia de monos”.

Por ello, la orquesta sinfónica dirigida por Karl Anton Rickenbacher, e integrada por 125 miembros, interpretará también a Wagener en el festival, con nueve fragmentos de “El anillo del Nibelungo”.

También está en el programa “Los ideales”, de Liszt, una obra sinfónica de 1857 basada en un poema homónimo de Friedrich Schiller. “En Bayreuth sonará la música del futuro, organizada por los jóvenes artistas de todo el mundo e interpretada por las nuevas generaciones de todo el mundo”, señaló Thammer al explicar el reto intercultural del festival jovenil que se celebra desde 1950.

Señaló que la mezcla va más allá de las culturas y naciones e integra a todos los grupos de edad, educación y género. “La intercultura es la disposición por la paz entre las personas”, resumió.