Saltillo, Coah.- “El Jefe Cejas” ha partido al palco celestial a la edad de 71 años de edad; Gabriel Lugo Morales falleció en El Fuerte, Sinaloa, y se le recuerda por ser uno de los 10 personajes de los Saraperos de Saltillo que tienen su nombre en el Muro de la Fama del Parque Francisco I. Madero.

Nacido el 19 de abril de 1946, Gabriel Lugo Morales arribó a la Nave Verde en la campaña de 1971, no sin antes haber vestido las casacas de los Charros de Jalisco en 1966, Mineros de Fresnillo en el mismo año, Charros de Orizaba en 1967 y Porteños de Puerto México en 1968.

Fue en la campaña de 1972, cuando Lugo Morales tuvo sus mejores dividendos que lo colocaron en la historia del Sarape al convertirse en el primer campeón de dobletes en la historia de la institución con 36 y en monarca de carreras producidas con 106.

En su paso por Liga Mexicana de Beisbol, a la cual dijo adiós en 1983 con los Rieleros de Aguascalientes, Gabriel Lugo conectó mil 840 imparables, de los cuales 271 fueron de dos estaciones, remolcó 987 carreras por 882 anotadas, siendo uno de los más emblemáticos del circuito de verano de beisbol en México.

Su paso por la Liga Mexicana del Pacífico fue igual de exitoso, ya en 15 temporadas en la Costa, logró vestir las casacas de los Cañeros de Los Mochis, Naranjeros de Hermosillo, Venados de Mazatlán, Mayos de Navojoa, Águilas de Mexicali, Yaquis de Ciudad Obregón y Algodoneros de Guasave.

En 15 campañas dentro de la “Mex-Pac”, donde obtuvo el título en la 68-69 con los Cañeros de Los Mochos, Gabriel Lugo disputó 881 juegos donde conectó 822 hits, 118 de ellos de dos estaciones y 51 palos de vuelta entera, para producir 294 carreras-

Fue en el año 2000, cuando el nombre de Gabriel Lugo Morales pasó a formar parte de los inmortales de la pelota nacional luego de ser entronizado al Salón de la Fama del Beisbol Profesional Mexicano.

Hoy el número 5 luce en el Muro de la Fama del Parque Francisco I. Madero en honor a la historia de 7 años que forjó Gabriel Lugo Morales con la franela de los Saraperos de Saltillo, quien luego de padecer de diabetes e insuficiencia renal, ha pasado al campo del reposo y de la dicha para iniciar su camino rumbo a la inmortalidad.