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Orlando Sánchez en la intimidad; Hilda Rosa, detrás del cerebro Sarapero

Publicado el sábado, 14 de agosto del 2010 a las 14:10

Orlando Sánchez es un mánager disciplinado, acostumbrado a ganar, pero esto no es fruto de la casualidad

Saltillo, Coah.- Orlando Sánchez es un mánager disciplinado, acostumbrado a ganar, pero esto no es fruto de la casualidad o de la suerte. Si es necesario corregir un line-up y hacer cambios de jugadores para redondear al equipo, no le importa dormir sólo una o dos horas por noche mientras evalúa posición por posición para, al final, antes del amanecer, tomar la decisión más acertada.

Pero así como entrega todo su profesionalismo al trabajo, también se da tiempo para meterse a la cocina y darle gusto al paladar y eso es mucho mejor si lo acompaña con unas cervezas, unos tequilas o un whisky, sin llegar nunca al exceso, pues prefiere estar “al cien” para cumplir con eficiencia su responsabilidad dentro del beisbol.

La presión de los playoffs le ha cobrado la factura al estratega de la nave verde, con 7 kilogramos de peso perdidos la casaca le luce más holgada. La caída de cabello es otra consecuencia de dirigir los destinos de un equipo cuya afición le exige ser competitivo y morirse en la raya.

“Hay mucha presión, sobre todo en las finales, pero en la temporada no deja uno de preocuparse en esta liga que es tan larga”, comparte su esposa Hilda Rosa Saucedo Fernández, quien procura estar a su lado en las giras fuera de casa.

¿HA BAJADO DE PESO POR LA PRESION?

“Esa es la mejor dieta para la gente que quiera adelgazar, ya lleva siete kilos”, dice entre risas. Agrega que en la primera vuelta todo fue bien al ubicarse los Saraperos en segundo lugar del rol de juegos, sin embargo, la presión se acrecentó en la segunda parte de la temporada por las lesiones de jugadores y los cambios requeridos por el equipo.

“Hay cambios que sí resultan, hay cambios que tardan en acoplarse, pero ahí la llevamos. Estábamos al borde de que no se podía entrar a los playoffs pero gracias a Dios se pusieron las pilas y ha salido todo bien”.

Explica que Orlando Sánchez mantiene una preocupación constante sobre el funcionamiento del equipo, sobre todo cuando a tres outs de la victoria el contrario se lleva el triunfo.

“Ya que se le pasa la presión analiza y vuelve a hacer el line-up para otro día de otra forma, pero no deja de preocuparse porque hay veces que ni duerme, duerme una o dos horas, se levanta, busca el lápiz, ve el line-up tratando de que todos jueguen y aporten algo de lo que saben”.

El originario de Canovanas, Puerto Rico, acostumbra aprovechar la intimidad de la recámara para revisar y rehacer la alineación, una, dos, tres, cuatro, cinco veces y la que funciona se queda.

“Sí es algo estresante, es difícil el compartir como pareja con una persona que juega beisbol y más a estas alturas como están estos juegos, de que quieren defender el título y ojalá que se logre”.

Por el estrés de dirigir y cargar sobre sus espaldas las esperanzas de una directiva y de una afición anhelantes de títulos de campeón, Sánchez ha perdido cabello.

“Tenía bastante pelo, a la afro, ¿se acuerda? Y ahorita tanta mortificación le ha tumbado el pelo… usted sabe que cuando se gana, gana el equipo, y cuando se pierde, pierde el mánager”.

COMO FAMILIA ¿COMO LE AYUDAN PARA LIBERAR ESA PRESION?

“Solamente le digo que hay que encomendarnos a Dios y pedirle que no se lesionen los jugadores y él los anima mucho, aunque esté de mal humor no demuestra eso, demuestra tranquilidad, pero por dentro se sabe que no es así. De todas maneras Dios nos ha ayudado mucho”.

Sus consejos son asimilados por su pareja, puesto que le dedica tiempo a la lectura de la Biblia. “Somos católicos, pero como dice él, en cualquier religión es el mismo Dios y orar se puede hacer desde cualquier religión pero al fin es una oración que se enfoca a Dios”.

Además, explica la señora, en el plano íntimo es una persona bondadosa y sensible a las necesidades de los otros. “Se quita el bocado para dárselo a las personas que lo necesitan, es muy compartido, es muy devoto de San Judas Tadeo, cada que hay oportunidad le llevamos sus ofrendas y tratamos de ir a misa cuando se puede”.

“Es una persona muy humilde que siempre ha tenido los pies sobre la tierra, es un ser humano que mucha gente al momento de conocerlo me imagino que han de decir ‘no es lo que aparenta, lo que se ve a simple vista’, sino es muy buen ser humano, muy sensible.

Hay películas en que a veces lo veo que se limpia las lágrimas porque es muy sensible”.

“Dios le quitó a su mamá hace como unos 25 años y él critica cuando se le trata mal a la madre porque él dice que quisiera tenerla aunque batallara con ella, pero él la quisiera traer donde él anda, pero Dios sabe porqué a veces unos se van primero y otros después”.

Su sensibilidad también lo atribuye al hecho de que los continuos viajes le permiten conocer una gran cantidad de personas, de enterarse de situaciones que ocurren en otros lugares.

¿NO ALZA LA VOZ POR EL CORAJE, LA FRUSTRACION?

“No, como es muy hogareño yo creo que su coraje lo saca cocinando pero no lo demuestra en la casa. Le gusta cocinar, siempre ha cocinado, es muy buen cheff”, refiere satisfecha.

Sus platillos favoritos son lasagna, fricasé de pollo y el frijol negro con el arroz y prepararlos es como una terapia de relajamiento para continuar con el trabajo al día siguiente.

“Hay veces que con una cervecita se relaja, le abro la cerveza, pero así como la abro así se queda porque dice que no le entra bocado ni líquido ni nada.

El lunes fue que nos echamos una carnita asada con varios compañeros y logró tomarse algunas tres cervecitas y ya como que lo relajaron al ver eliminado a Diablos y a Sultanes que son equipos fuertes”.

Además de cocinar, le agrada escuchar el ritmo de salsa, por su lugar de origen, sin embargo, ya también le agarró el gusto por la música de banda y la ranchera.

“Como tiene 18 años en México ya le gusta también la ranchera, la banda porque estamos la mitad del año en Sonora, ya que para allá es pura banda. Ahorita creo que es más regiomontano que puertorriqueño… bueno, norteño”, se apresura a corregir entre risas: “Mucha gente se queda sorprendida porque se sabe las canciones… es que ya es más mexicano que el nopal, nomás se le quedó el acento de Puerto Rico”.

Con un trabajo exigente, que le requiere de tiempo para viajar de manera constante, el poco tiempo que le queda libre lo dedica completamente a la familia y si ésta no la tiene cerca, prefiere convivir con los amigos. En cualquier caso, le agrada preparar carne asada.

Los momentos de descanso en ocasiones los acompaña con alguna bebida, siempre de manera moderada, para disfrutar de la convivencia con los amigos y la familia.

“El dice que hasta alcohol se echa cuando está tranquilo –sonríe-. Le gusta la Carta, la Bud Light, el tequila, el Buchanan´s pero cuando está en días de descanso que no haya bastante presión. Se echa sus tequilas, sus ‘bucanazos’ como dice él, pero siempre trata de estar 100% bien para otro día. Sabe disfrutar la bebida”.

Quienes lo conocen en un plano más cercano, de más confianza, saben que tiene una palabra para dirigirse a las personas de manera amistosa. “Siempre dice ‘¡qué onda huele-bicho!’, porque así dicen en Puerto Rico, como por decir aquí ‘¡qué onda güey!”.

SARAPEROS SERA CAMPEON

Ya en la serie final, asegura que Saltillo tiene más poder en la ofensiva con bateadores que en cualquier momento botan la pelota del estadio y eso será suficiente para derrotar a los Pericos para conseguir el bicampeonato de Saraperos, aunque el equipo contrario también tiene lo suyo.

Reconoce el profesionalismo y calidad de los jugadores que están bajo el mando de Orlando Sánchez y a ellos debe dárseles el crédito por pelear el bicampeonato en este 2010.

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