Saltillo|Monclova|Piedras Negras|Acuña|Carbonífera|TorreónEdición Impresa
Muere enfermero en su casa en Piedras Negras; presumen sobredosis de medicamentos Da juez a madre agresora 16 mil dólares de fianza en Eagle Pass Condena CELAC asalto de Ecuador a la embajada de México y solicita salvoconducto para Jorge Glas Causa incertidumbre proyecto de vías férreas en Eagle Pass Eagle Pass, en contra del proyecto ferroviario

Zócalo

|

Cultura

|

Información

< Cultura

Cultura

Revelan las drogas a las que Hitler era adicto

Por Agencias

Publicado el martes, 18 de octubre del 2016 a las 00:48


Un nuevo libro revela como en tres diferentes etapas Adolf Hilter pasó de vitaminas a drogas

México.- Si se creía que sobre Adolf Hitler se había escrito todo, estábamos equivocados. Hitler era “el Führer de las Drogas”, era “un adicto consumado cuyas venas estaban casi colapsadas para cuando se retiró al último de sus búnkers”.

Esta es la revelación que se presenta en un libro éxito de ventas en Alemania y traducido a 18 idiomas, incluido el español: es “Der Totale Rausch” (“El Gran Delirio”).

El autor, Norman Ohler, cuenta la relación de Hitler con las drogas, incluidas la cocaína, la heroína, la morfina y, sobre todo, los peligrosos y altamente adictivos psicoestimulantes precursores de las metanfetaminas.

“El libro trata del uso o abuso masivo de drogas durante la Alemania nazi”, le dijo Ohler a la BBC.

Y del papel “estratégico” que jugó una metanfetamina en particular, fabricada por los nazis en 1937, con el nombre comercial de “Pervitin”.

De acuerdo con Ohler, la historia comienza durante la era de la República de Weimar, cuando la industria farmacéutica alemana estaba en auge y el país era uno de los mayores exportadores tanto de opioides, como morfina, y de cocaína.

Las metanfetaminas que se produjeron en la Alemania nazi son las precursoras del peligroso y adictivo Chrystal meth, o metanfetamina cristal.

Según el autor, el “abuso” de drogas de Hitler tuvo tres etapas. La primera de 1936 a 1941 cuando Hitler tomaba vitaminas y glucosa.

La segunda etapa, afirma el autor, comenzó en otoño de 1941 cuando la guerra contra Rusia comenzó a ir mal.

“Hitler empezó a tomar hormonas, esteroides y barbitúricos. Le inyectaban hormonas de animales, incluyendo cerdos, y al parecer funcionaron”.

La tercera etapa, en verano de 1943, es cuando empieza a tomar “drogas sumamente duras”, asegura el autor.

Las notas del doctor Theodor Morell, asegura Ohler, muestran que el médico le dio a Hitler un total de 800 inyecciones durante un período de mil 349 días.

“En julio de 1943 (Hitler) tuvo una reunión decisiva con Mussolini, que quería abandonar a las Potencias del Eje, y Hitler estaba muy deprimido por eso”, cuenta Ohler.

“Ese dia Morell usó por primera vez una droga llamada Eukodal, un analgésico opioide semisintético,un primo farmacológico de la heroína, pero que producía un efecto de euforia mucho más potente”.

El Eukodal que desarrolló entonces Alemania es el medicamento que hoy se llama Oxicodona, que ha sido causante de un alto índice de adicción en el mundo.

“Después de una inyección de Eukodal Hitler se sintió extremadamente bien y hay informes de que estaba tan eufórico y no paraba de hablar en esa reunión que logró convencer a Mussolini de que permaneciera apoyando a Alemania”, le dijo el autor a la BBC.

Con la euforia que le produjo el Eukodal “logró convencer a Mussolini de que no abandonara a las Potencias del Eje”.

Ohler encontró también evidencia de que Hitler había tomado cocaína en por lo menos 15 ocasiones. “Y no era una dosis pequeña de la droga. Era la sustancia pura que le entregaban las SS [Schutz-Staffel, el cuerpo de élite y la guardua personal del Führer]”.

“Había ocasiones en que tomaba cocaína y Eukodal en un período de pocas horas, lo que en jerga de la droga se llama Speedball”.

En “El Gran Delirio”, Ohler también habla del papel estratégico que jugó el medicamento Pervitin, fabricado en Alemania en 1937, y que fue distribuido por los nazis a sus fuerzas armadas.

Pervitin fue considerado como un “compuesto mágico” por los alemanes, y lo utilizaban comúnmente muchos, desde amas de casa, actores, choferes, tanto para mejorar la confianza como el rendimiento, hasta los soldados para combatir el estrés y el cansancio y producir sentimientos de euforia.

Pervitin era “la droga de moda en Berlín” y el fármaco fue distribuido por los nazis a sus fuerzas armadas.

“(Pervitin) estuvo ampliamente disponible hasta 1939”, explica Ohler.

“En Berlín se convirtió en la droga de moda, la gente la tomaba como tomaba café para mejorar sus niveles de energía. Se tomaban dosis enormes de Pervitin, en todas partes. La compañía quería que Pervitin fuera un rival de Coca Cola”, agrega.

JC

Notas Relacionadas

Más sobre esta sección Más en Cultura