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Publicado el jueves, 12 de agosto del 2010 a las 14:00
Puebla, Pue.- El pitcher José Mercedes fue castigado por la ofensiva de Puebla, sin embargo, el cuerpo técnico y el mánager decidieron mantenerlo en el montículo el máximo de entradas posible para dar oportunidad a que reaccionaran los bateadores y para reducirle la presión al bullpen.
Al cierre del partido, la decisión fue acertada. El lanzador recompuso el juego, evitó más carreras, la ofensiva despertó, le dio la vuelta al partido y el relevo conservó el triunfo.
“En cada juego se siente la vibra, el deseo de ser bicampeones, y los fanáticos son parte de la historia que estamos haciendo ahora”, finalizó.
El dominicano reconoció que equivocó algunos disparos a la goma y los errores se pagaron con carreras en contra.
“De ahí en adelante mantuve el score y le di la oportunidad a mi equipo a venir de atrás y sacar el juego. El éxito en el beisbol va a estar dependiendo de la distancia a donde vayan los abridores. Tanto yo, como el staff de pitcheo y el mánager estábamos conscientes de eso, que iba a depender de qué tan lejos yo llegara en el partido, y gracias a Dios pude dejar el juego a unos seis, siete outs y sacamos el partido”.
Afirmó que esa decisión marcó la diferencia en el desarrollo y en el resultado final del encuentro; mejoró el control en el brazo, la ofensiva acortó distancias, revirtieron el marcador y se ganó el juego respaldados en el trabajo del bullpen.
MOMENTOS DE SUFRIMIENTO “Mi mánager confió en mí, me dejó lanzar; pensé que podían haberme sacado, pero gracias a Dios tomaron una buena decisión en dejarme. Mi recta fue lo mejor que dominé, ya que con los pitcheos rompientes fue que me hirieron, pero nunca me sentí como que estuviera agobiado en el juego, mi pitcheo casi siempre lo tiré donde quise, a excepción de aquellos pitcheos que se quedaron mal”.
La recta la combinó con cambios de velocidad para sacar de balance a los poderosos bateadores de Pericos y le funcionó.
UN SABOR INCOMPARABLE “Estamos emocionados, jugando un beisbol muy bueno. Este equipo a lo largo de la temporada ha sacado los juegos importantes y cada uno de los jugadores ha contribuido en la causa por la cual estamos acá; no dependemos de un solo jugador, dependemos del primero hasta el último jugador. Todo mundo ha hecho algo en momentos oportunos.
“Sabemos que no va a ser fácil, pero sabemos que tenemos con qué ser bicampeones; tenemos la garra, las herramientas y el apoyo de nuestra gente”.
NI LA LLUVIA PUEDE AHUYENTARLOS Paraguas en mano, impermeables verde aqua, vendidos afuera de la jaula de los Pericos, son el pan de cada día, porque nadie puede predecir el momento en que el cielo se romperá.
Los saltillenses conocen de estos climas, también en la capital coahuilense llueve, por eso se mantienen firmes en sus asientos, atrás del dugout de los verdes, y desde ahí hacen sonar sus manos con aplausos y gritos, alentando a salir adelante.
El agua va y viene, el testigo de esto es el Estadio Hermanos Serdán y el Cuauhtémoc, de los Camoteros del Puebla, está a un lado, silencioso, e igual que el de beisbol, con años ya entrados.
El dios de la lluvia insiste, pero nadie se raja, siguen en sus lugares, mojados, hasta que la LMB decide mandarlos a casa ante una inevitable suspensión del partido.
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En la parte más complicada del partido, abajo en el marcador, estuvo a punto de ser cambiado, mas la estrategia fue mantenerlo, confiaron en él pese al descontrol momentáneo.
José Mercedes consideró que no hay nada mejor que iniciar la Serie Final por el campeonato ganando en campo ajeno.
Gerardo Alvarado | Enviado | Puebla, Pue.- No hay manera de que Tláloc se calme un poco. Puebla es el blanco, pero la afición es dura, está forjada por carácter, porque ni la lluvia evita que lleguen a “plantarse” al Estadio Hermanos Serdán.
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