Saltillo, Coahuila.- “La historia del Che está ligada con la de Fidel Castro”, considera José Hernández, quien desde hace tres años trabaja en una serie de novelas gráficas que abordan la biografía de Ernesto Guevara, el célebre guerrillero argentino.

Basados en la biografía del periodista Jon Lee Anderson, los libros muestran la historia del doctor Guevara, en el libro uno que recién se publicó el año pasado; así como su vida revolucionaria, que apareció en 2015.

“La historia comienza cuando Guevara se gradúa de Medicina en Buenos Aires y en lugar de dedicarse a ella decide embarcarse en la ventura, primero llega a Guatemala y después a México, donde conocerá a Fidel”, relata Hernández en entrevista con Zócalo.

En esta primera parte de la trilogía, que cerrará este 2017, el lector conocerá cómo un joven Ernesto Guevara se involucra con el gobierno guatemalteco encabezado por Jacobo Arbenz Guzmán, un pasaje que marcará su vida para siempre.

“Cuando emprende este viaje su idea es alcanzar a su amigo, Alberto Granados, que está en Venezuela para trabajar en un leprosario. En el camino, en Ecuador, se encuentra con unos paisanos argentinos que van hacia Guatemala porque están interesados en lo que está sucediendo en ese país con un gobierno de izquierda que se está enfrentando a Estados Unidos.

“A Ernesto le llama la atención ese experimento guatemalteco y llega justo en el momento en que la amenaza de EU sobre Guatemala es muy fuerte. Ernesto quiere defender esa revolución, no le importa no ser guatemalteco, pero se decepciona mucho porque el presidente de Guatemala no sólo no pelea, renuncia a la presidencia”, narra el monero y caricaturista.

Después de este episodio Guevara llega a México, en donde se encuentra con Fidel Castro. De inmediato el argentino se da cuenta de que el cubano está hecho de una pasta muy distinta a la de Arbenz Guzmán.

“El Che sabe que ya encontró por fin lo que estaba buscando: una causa que le diera sentido a su vida aventurera”, plantea.

Dos lados de la historia

Mientras en el tomo 2 se ve a los protagonistas de la revolución cubana, en el libro uno aparecen personajes que tienen una vida ordinaria, pero con fuertes ideales políticos: un médico argentino y un abogado cubano.

“En toda la novela vemos a El Che como un muchacho joven con cara de niño, y Fidel es un tipo de bigotito con pinta de burócrata. No son los personajes famosos que conoceremos después”, plantea José Hernández.

“Paralela a la historia del Che viene la de Fidel. Justo cuando él parte de Buenos Aires sin saber a dónde va, en Cuba está sucediendo el fallido asalto al cuartel Moncada, donde muere muchísima gente de Fidel y donde lo detienen y lo meten a la cárcel. Este es un punto que se toca poco en las biografías del Che”.

El libro uno termina el 25 de noviembre de 1956, cuando El Che y Fidel se embarcan, en Tuxpan, hacia Cuba, y el 25 de noviembre de 2016, exactamente 60 años después, muere Fidel Castro.

“Sin duda Fidel Castro es uno de los grandes personajes del siglo 20. Tuvo una vida con grandes claroscuros, y ahora que murió, en lugar de acudir a estos extremos absolutos, de la gente que lo idolatra y la gente que lo odia, debería plantearse un justo medio reflexivo e inteligente”, considera el autor.

Para darle un mayor peso visual a los libros, Hernández estudió los modelos de coche de la época, el tipo de uniforme que usaban los soldados y la arquitectura de los edificios. Pero es la historia del argentino, un personaje que nunca llamó la atención del ilustrador, la que se refleja a través de distintas emociones.

“Para mí El Che es un personaje entrañable, al final serán cuatro años de estar cercano a él. Es alguien que conoces y de quien admiras ciertas cosas, que no te gustan otras, seguirás reprochándole algunas más, pero lo quieres.

“Nunca he estado de acuerdo con El Che en su convicción de que la única manera de lograr el cambio es a través de la vía armada”, concluye.