Ciudad de México.- Martín Méndez quedó atrapado en un edificio en Álvaro Obregón para el momento del terremoto de 7.1 que ya terminó con la vida de más de 300 personas en México.

Martín según los reportes de los rescatistas permaneció 17 horas atrapado entre los escombros cuando el edificio donde estaba se vino abajo tras el sismo que sacudió gran parte de la Ciudad de México en 19 de septiembre.

El cerrajero se encontraba arreglando un archivero en el edificio de Álvaro Obregón cuando ocurrió el sismo.

“Todos corrieron a las escaleras de emergencia y todos querían bajar al mismo tiempo, a mi me aventaron y me rompen mi rodilla.”

Dijo que al momento de caer con las mujeres el techo se vino encima y ya no logró ponerse de pie. Había participado en el simulacro pero quedó atrapado junto con otras tres personas.

Entre las personas atrapadas se encontraba, Diana Pacheco, quien envió un mensaje de WhatsApp a su esposo, en el que le avisó que estaban cerca de las escaleras de emergencia y que, aunque llegó con 16 horas de retraso, fue clave para su rescate.

Martín terminó con la rodilla fracturada, se fotografió unas horas antes de ser rescatado.

“Un archivero fue el que nos salvó la vida”

Este martes 26 de septiembre será dado de alta del hospital y se irá a casa.

Con Martín y Diana, estaba Angélica, una señora que hacia la limpieza y Toño, quien también trabajaba en el cuarto piso.

Todos fueron rescatados en la mañana del 20 de septiembre, 17 horas después del sismo.

Los cuatro sobrevivientes se reencontrarán el 12 de diciembre a las 10 de la mañana en la cerrajería donde trabaja don Martín que está en el mercado de Colima, para ir juntos a la Basílica de Guadalupe a agradecer por su vida.

Martín contó a un reportero de CNN que tenía que salir con vida del lugar por su hija y aunque estaba atrapado en entre el concreto y sin poder moverse, él dijo que se aferró al lado espiritual y le pidió ayuda a Dios, mientras oraba por su hija de 3 años a quien deseaba ver y por ello se convenció de que saldría con vida de ese terrible lugar.

En medio del derrumbe el hombre de 54 años decidió tomarse una selfie para que quedara como evidencia sobre lo que estaba viviendo.
La historia de Martín afortunadamente terminó con un final feliz, así como para sus acompañantes que fueron sacados entre las ruinas de un edificio en el barrio Roma.