RT | Ciudad de México.- Demasiado exclusivo o artificial”, fue la sentencia de la Academia Sueca que otorga el Nobel para descartar por siempre a un eterno candidato: Jorge Luis Borges.

La revelación es resultado de una investigación periodística realizada por el diario sueco Svenska Dagbladet, que permitió desclasificar el archivo de los veredictos, refiere Perfil. El informe sacado de las sombras corresponde a 1967, año en el que la máxima distinción fue otorgada al guatemalteco Miguel Ángel Asturias.

El duro juicio contra Borges fue proferido por el entonces presidente del Comité del Premio, Anders Osterling, quien tildó la prosa del autor de ‘El Aleph’ como “artificial en su ingenioso arte en miniatura” y así lo condenó a morir sin obtener el reconocimiento, a pesar de haber sido postulado desde 1956.

Más allá de esto, y sin que se conociesen las controvertidas opiniones de Osterling, en el mundillo literario se sospechaba que la negativa de la Academia Sueca a galardonar a Borges era por razones políticas. El diario Página 12 recuerda las elogiosas palabras que el escritor dedicó a Augusto Pinochet en 1976, cuando recibió de manos del dictador chileno un doctorado honoris causa: “En esta época de anarquía sé que hay aquí, entre la cordillera y el mar, una patria fuerte. [Leopoldo] Lugones predicó la patria fuerte cuando habló de la hora de la espada. Yo declaro preferir la espada, la clara espada, a la furtiva dinamita”.

Después de ese encuentro, Borges calificó a Pinochet de “excelente persona” y alabó la “cordialidad” y bondad de quien encabezara uno de los regímenes dictatoriales más cruentos del cono Sur. Esa proximidad llevó al académico sueco Artur Lundkvist a afirmar que el Nobel jamás sería para el autor de ‘Historia universal de la infamia’ y otras tantas obras de renombre mundial.

“Él supo que nunca se lo iban a dar (el Nobel) y en ese momento lo quise más. Me di cuenta de que nunca iba a traicionar sus ideas”, dijo en 2014 la viuda de Borges, María Kodama, durante una edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, recoge una nota de esa época, publicada también por Página 12.

Medio siglo más tarde, las revelaciones sobre el galardón le quitan algo de mito a la duda con la que murió el escritor, quien afirmaba: “No darme el Premio Nobel se ha convertido ya en una antigua tradición escandinava. Cada año me nominan para el premio y se lo dan a otro. Ya todo eso es una especie de rito”.

Pero en la lista de históricos excluidos por el Nobel, recuerda La Nación, Borges no está solo: allí comparte mesa con plumas del calibre de James Joyce, Tólstoi, Marcel Proust, Franz Kafka y Alfonso Reyes.