Saltillo.- Más allá del impacto en empleo en armadoras y la contaminación al medio ambiente, la legalización de autos “chocolate” es un paso hacia la inevitable “chatarrización” del parque vehicular de país con unidades que, en su mayoría, difícilmente tendrán más de siete años de vida útil.

El economista Antonio Serrano Camarena descartó un mayor impacto en materia de empleos en el sector de fabricantes de autos nuevos. Señaló que hasta un 70% de los autos “chocolate” es adquirido por compradores de estratos sociales más bajos, que difícilmente podrían comprar un carro nuevo o uno usado mexicano.

Luego de la publicación de decreto que permite la regularización de los vehículos ilegales que ya circulan en el país, declaró que será difícil para las autoridades controlar el ingreso de más unidades en las fronteras, por lo que existe una cifra negra que también desembocará en un mayor tráfico y contaminación.

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De lo que dijo el Gobierno, todavía calculemos un 15% más de autos; son los que están circulando, más los que están en los lotes, más los que ya están listos del lado americano para entrar al mercado mexicano”, indicó.

No descartó en un corto plazo un efecto económico positivo para sectores de autopartes, talleres mecánicos y servicios de esta naturaleza, sin embargo, el mayor riesgo, dijo el experto, “es la chatarrización del parque vehicular, ¿dónde vas a tirar esos carros, si los yonkes están prohibidos?.

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Esos carros, van a tener entre cinco y un máximo de siete años de uso potencial. Los yonkes se van a tener que abrir de nuevo, porque en poco tiempo habrá carros que ya no se podrán usar, ni reparar, abandonados… en unos años, vamos a tener un basurero como ciudad”, dijo.

Los compradores de chatarra solo compran partes específicas.

Habría menor impacto aquí

Para la Región Sureste de Coahuila, una zona predominantemente automotriz, se estiman menores afectaciones en la producción de vehículos tras la legalización de los “chocolate”, ya que hasta un 90% de las unidades que se fabrican aquí son de exportación para Estados Unidos y otros mercados, sin embargo, otras regiones del país no correrán con la misma suerte.

Alberto Piñones, presidente del Clúster de la Industria Automotriz Coahuila (CIAC), señaló que a la región “le puede significar afectaciones menores en la producción, sin embargo, más del 90% de lo que producimos en esta región va a EU y otros mercados en el mundo, por eso la afectación es menor en términos de producción, pero para el mercado nacional el impacto puede ser muy alto”.

Cabe recordar que, en toda la entidad, esta industria que abarca vehículos y camiones, representa entre 190 mil y 200 mil empleos directos, además de todos los vínculos que representa para el resto de los sectores de la producción.

El empresario explicó que “en relación a la regularización de estos vehículos lo único que podemos decir es que afecta a la industria de producción de automóviles nuevos y que, dependiendo de su entrada en vigor, puede tener una afectación en los niveles de producción y venta en México”.