Ciudad de México.- El reciente campeonato obtenido por el club Orizaba FC tras vencer a Toros Veracruz FC fue empañado por un incidente que generó indignación en redes sociales y entre la ciudadanía. Lo que debió ser una noche de celebración terminó en controversia.

Videos difundidos en plataformas digitales muestran a una menor de edad bailando en una tarima tipo “table dance” durante una fiesta celebrada el domingo por la noche en el bar “Lo Prohibido”, en Orizaba.

En las imágenes se observa a varios adultos –entre ellos presuntamente jugadores del equipo– aplaudiendo y observando la escena en un ambiente donde se consumían bebidas embriagantes.

El material audiovisual desató una ola de críticas, principalmente por la presencia de una menor en un lugar con giro comercial destinado al entretenimiento para adultos, lo cual podría representar una violación a la normativa vigente y una falta grave en términos éticos y sociales.

Organizaciones y ciudadanos exigen una investigación, además de posibles sanciones tanto para los organizadores del evento como para los responsables del club.

El bar se deslinda

En respuesta al escándalo, la administración del bar “Lo Prohibido” (Bar LP) emitió un comunicado en el que se deslinda de cualquier responsabilidad directa en los hechos.

De acuerdo con el mensaje, el establecimiento no abre sus puertas al público los domingos y ese día únicamente prestó sus instalaciones para una fiesta privada organizada por el club Orizaba FC con motivo del campeonato.

“ Reiteramos que se trató de un evento privado y familiar, fuera de horario comercial. Sabemos que circulan imágenes y videos de una menor bailando durante el evento. Lamentamos la situación y reiteramos nuestro compromiso con ofrecer un ambiente respetuoso en todos nuestros servicios”, señala el comunicado firmado por la administración del bar.

El bar aseguró que su participación se limitó al alquiler del espacio y la prestación del servicio de alimentos, sin operar bajo sus dinámicas habituales de funcionamiento.

Hasta el momento, ni la directiva del club Orizaba FC ni las autoridades locales han emitido un pronunciamiento oficial sobre lo ocurrido. Tampoco se ha confirmado si existe una denuncia formal ante las instancias competentes.

El caso ha abierto un debate sobre la responsabilidad social de los clubes deportivos, especialmente en la formación ética de sus integrantes, así como sobre el uso adecuado de espacios privados para eventos donde podría haber presencia de menores.

Asímismo se puso sobre la mesa la necesidad de reforzar medidas que garanticen la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes, incluso en contextos de festejo o esparcimiento.

La indignación sigue creciendo, mientras la sociedad exige respuestas claras y acciones concretas por parte de las instituciones involucradas.