Piedras Negras
Publicado el lunes, 28 de julio del 2025 a las 00:10
Piedras Negras, Coahuila.- Mi amigo Rodrigo tiene ya miles, quizá millones de años de edad, como lo documentan los fósiles de especies desaparecidas que se han encontrado en su lecho.
Sus aguas han sido admiradas a través de los años, por su transparencia, así como su flora y fauna. En él, muchas generaciones se sintieron cobijadas y amadas por la belleza de su ecosistema.
Pero hoy Rodrigo, se resiste a fallecer, aunque sus fuerzas se han visto mermadas, como señala Waldo Terry, presidente de la asociación Amigos del Río San Rodrigo, al ser expuesto a lo que indica que son sus cuatro calamidades.
Entre estas calamidades, como son la extracción del material pétreo, el represamiento del río en la presa La Fragua, la sobre explotación del acuífero Allende – Piedras Negras y la omisión de las autoridades ambientales federales para resolver la problemática.
En la cuenca baja del río San Rodrigo, muy cerca de la congregación del Moral, aproximadamente un kilómetro aguas arriba, en la margen derecha del río, Waldo muestra cómo las empresas que trabajan en la extracción pétrea, van dejado rastros de su actividad.
Los intensos rayos del sol calan, ya no hay esas frondas de grandes árboles que daban sombra, lo único que se observa es mucho polvo de arcilla o grava muy fina en montones ubicados a lo largo y agua estancada de aspecto verdoso.
“ Este material, es material compacto que no permite la infiltración de agua y no permite tampoco, por lo tanto, la recarga del acuífero, entonces el río al hacer esto está perdiendo totalmente su funcionalidad y su capacidad de recarga”, señala.
“ Todo el río es un tajo, el río originalmente tiene una anchura de 5, 6, 8 metros, ahorita tiene 600, 800 metros de ancho y eso fue lo que ensanchó, igualmente el lecho del río se escarbó seis u ocho o más metros abajo de su nivel original, y eso se ha hecho a lo largo de 12 kilómetros”, agrega al momento que un camión lleno de material pétreo pasa dejando una nube de polvo de arcilla.
Ernesto Zambrano Chávez, secretario Amigos del Río San Rodrigo, señala también cómo se ha destruido el afluente por la extracción sin medida de material pétreo.
“ En este tajo está el agua encharcada y verdosa, se puede ver digamos la historia de cómo se fue destruyendo parte del río, allá al fondo al otro lado de este tajo, se pueden ver esos árboles y se puede ver lo que se escarbó ya al río, que es aproximadamente dos metros y medio”, indica.
“ Aquí ya la maquinaria ‘mano de chango’, tiene años que trabajó y ahorita se le está haciendo daño al río, pero más adelante, entonces es un daño continuado que se le está haciendo al río con una extracción digamos desenfrenada de piedra”, lamentó.
Tras hacer tajos en el río para extraer el material pétreo, al seguir los bancos de grava, se excavó más abajo y se expuso el acuífero, el cual pierde agua por evaporación, pero también se contamina.
“ Es agua estancada, el acuífero está expuesto, a pesar de que la presa La Fragua está llena está al 90 por ciento lo acabamos de consultar, pero no le sueltan el agua y acá en la parte baja está seco”, apunta.
Señala que el agua se contamina con los hidrocarburos de la maquinaria, diésel, aceite, grasa de los camiones, pero también con heces fecales de fauna silvestre y doméstica, así como deshechos que tiran los trabajadores.
“ El agua tiene muy mal aspecto, no se puede tomar eso, está contaminado”, indica.
“ En el lecho del río se hacen reparaciones de los camiones y el material de carga, es como caterpillar, retroescavadoras, manos de chango, y quedan llantas, filtros, mangueras”, añade.

Waldo Terry, precisa que son decenas de denuncias que se han presentado desde finales de los años 90 y principios del año 2000 y hasta cartas a ex presidentes, pero no ha habido respuesta favorable.
“ Todo esto lo hemos denunciado en Profepa a lo largo de los años”, indica.
Precisa que hace muchos años se tornaron como vigilantes ambientales dentro de los Comités de Vigilancia Ambiental Participativa que colaboran con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, para realizar denuncias y como documentarlas.
“ Todo eso lo hemos denunciado, pero todo ha sido infructuoso, todo ha sido inútil”, indica.
En el Plan Nacional de Restauración Ambiental que se acaba de publicar en junio, subraya que se establece que se iniciará la restauración del río probablemente como para dentro de 25 años.
“ Es decir para el 2050, ¿Qué quiere decir? Que les vale.. tienen un desconocimiento total de lo que ha pasado con el río”, señaló.
Los ambientalistas lamentan que haya mucha apatía por parte de las autoridades y que no se actúe de inmediato ante este grave desastre ambiental.
“ Cada vez va a ser peor todo, es irreversible, es un proceso de restauración a muy largo plazo”, precisa.
“ Ni en estas administraciones de Morena, ni en las otras del PRI y ni del PAN, ha habido interés por restaurar los ecosistemas, sobretodo rivereños, a lo que se han enfocado son a los grandes desastres”, señala.
Subraya entonces que lo que sucede en el río San Rodrigo es uno de los peores desastres ambientales de Coahuila, pero se han enfocado al río Sonora, al Atoyac o el Lerma en otras entidades donde si ha habido mucha protesta de la gente.
“ Pero aquí como que nos ha faltado la verdad, más impulso más denuncia, más manifestación de la sociedad”, apunta.
Indica que esta situación ya pasó en Estados Unidos y en países de Europa donde se ha extraído material pétreo para construcción, una actividad hoy prohibida en esos lugares y se ha restaurado el daño antes causado.
“ Lo que se ha hecho para restaurar los ríos es no usar arcilla, arena, tierra o escombro”, apunta.
“ Se trae material pétreo de las lomas, como el lomerío de aquí y con eso se rellena los tajos que se abrieron, eso es lo que se ha hecho pues en otros países que si han querido restaurar los ríos. Aquí no hay conciencia ni interés de restaurar, ni de iniciar algo”, señala.

En una región desértica como lo es el Norte de Coahuila, el río San Rodrigo es uno de los pocos afluentes que se tienen y ante una inminente muerte ecocidio son necesarias acciones urgentes.
“ Está muerto, el río está muerto totalmente”, lamenta Waldo Terry.
“ Para su restauración en primer lugar se debe de modificar la forma de operación de la presa la Fragua, permitir el libre flujo de agua, sedimentos, nutrientes, pues agua, organismos vivos como peces y eso a lo largo del año, eso es básico para que se pueda restablecer la vegetación e iniciar un proceso de reforestación”, agrega.
Por su parte, Ernesto Zambrano, indica que este es uno de los pocos ríos que se tienen en la Región Norte de Coahuila, y es lamentable que se encuentre en estas condiciones.
“ El río prácticamente está muerto y pues es algo que deberíamos de estar cuidando por la misma conservación de la naturaleza, ya que es de las pocas áreas que anteriormente estaban en su estado natural y ahora pues prácticamente ha sido destruida, como lo mencionó Waldo pues el río actualmente, pues está muerto”, puntualiza.
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