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Agencia Reforma
Publicado el lunes, 12 de mayo del 2025 a las 04:02
Ciudad de México.- En la apertura de su libro Vlady, Tríptico Trotskiano: El Héroe Trágico del Siglo 20, la historiadora del arte Silvia Noemí Vázquez Solsona declara que este estudio nació a partir de una urgencia.
“Surgió de una nostalgia cristalizada: dolores que emergen de la amnesia histórica y de una imperiosa necesidad de salvar esta obra del olvido”, escribió en la introducción el volumen.
Con ello, la investigadora se refiere a un empeño artístico compuesto por tres obras monumentales de Vladímir Víktorovich Kibálchich Rusakov, el artista conocido como Vlady (1920-2005), quien revolucionó la práctica de los muralistas mexicanos y tuvo una enorme influencia en la subsecuente Generación de la Ruptura.
El Tríptico trotskiano es un proyecto compuesto por los murales Magiografía Bolchevique (1967), Viena 19 (1973) y El Instante (1981), que fueron pintados con óleo sobre tela en paneles de tres por cuatro metros.
“Básicamente, es una narrativa épica de la vida y muerte de León Trotsky”, resumió la académica en entrevista.
Estos murales móviles, diseñados para exhibirse en la que fuera la última morada del revolucionario ruso en Coyoacán, asesinado hace 85 años, actualmente se encuentran fuera de la vista del público, como parte de la colección del Museo de Arte Moderno (MAM), del Inbal.
“La obra no está exhibida de manera constante o permanente, que sería lo ideal para una obra de este tipo, porque tiene una importancia tanto histórica como estética vasta”, aquilató la autora del estudio.
Publicado en conjunto por la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), el volumen expone con amplitud por qué este tríptico es una obra absolutamente sobresaliente para la historia del arte mexicano.
Se trata, de inicio, de un empeño de más una década y media para que Vlady mostrara por qué Trotsky es el gran héroe trágico del siglo 20.
Nacido en 1920 en San Petersburgo, tres años después de la Revolución de Octubre, y fallecido hace 2 décadas, Vlady creció en una familia perseguida por el estalinismo a causa de su adhesión a la oposición trotskista.
Llegado a México en 1941, el artista, hijo del poeta Víctor Serge, que inspiró a La Ruptura nunca dejó de ponderar las implicaciones hondas de la figura de Trotsky en la historia mundial y del comunismo. “Es muy importante resaltar que Trotsky sería como el gran héroe para Vlady y porque representa todo aquello con lo que la revolución arrasó”, explicó Vázquez Solsona. “El proyecto revolucionario se va con esta figura y es por lo mismo que no se centra solamente en la figura histórica, sino que es desde la cuestión del mito que permite que este personaje histórico tenga tantas, tantas facetas, o tantas posibilidades de hablarnos de un proceso histórico”, ahondó.
El primer panel muestra a Trotsky como un héroe militar, en el segundo se le representa como un mártir tras ser asesinado, con una imagen que lo equipara al Cristo de La Piedad de Miguel Ángel, y en el tercero se expone una narrativa onírica después del golpe de piolet que le quitó la vida.
“Es el golpe que le permite consolidarse como el gran héroe trágico del que va hablándonos Vlady en cada uno de estos paneles”, detalló la autora.
En su libro, Vázquez Solsona evalúa con detalle milimétrico cada una de las partes que componen el tríptico, desgranando las múltiples referencias que Vlady incluye en sus obras y que constituyen un discurso complejo sobre la figura de Trotsky.
El volumen de la historiadora del arte deja claro que es necesario que el tríptico ya no permanezca embodegado y que se busque una forma de exhibirlo permanentemente, de manera continua.
Al momento de escribir el libro, los tres murales se encontraban enrollados y resguardados fuera de la exhibición permanente del MAM, sin garantizar ni su difusión ni su trato adecuado.
En el año 2022, el tríptico fue mostrado en la exposición Vlady, Revolución y disidencia, en el Colegio de San Ildefonso, pero con los paneles invertidos en cuanto a su hechura, por lo que no se podía apreciar adecuadamente la secuencia ni la evolución del artista en el uso de los materiales.
Tras la publicación de Vlady, Tríptico trotskiano: El héroe trágico del siglo XX, Vázquez Solsona espera que estas tres obras monumentales puedan llegar a ser exhibidas como corresponde.
“Lo importante sería ver de qué manera se hace una exhibición permanente de la pieza”, declaró sobre las gestiones necesarias.
En este momento, en el que la obra de Vlady ha recibido una declaratoria provisional como Monumento Artístico de México desde el año 2023, pareciera un momento propicio para que el Tríptico trotskiano encuentre un lugar digno y permanente a la vista del público.
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