Guadalajara, Jal..- Para la poeta Yolanda Segura no solo importa lo que se escribe sino cómo se escribe, y Estancias que por Ahora Tienen Luz y se Abren Hacia el Paisaje, como se titula su más reciente poemario, editado por Palíndroma, es la muestra.

Está conformado de textos muy diversos. Algunos son verdaderos manifiestos de disidencia sexual, otros hablan de relaciones y otros del propio oficio de la escritura.

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Este libro en particular implicó un trabajo distinto al de los otros libros, aquí hay mucho más intimidad y experiencia personal que no me había atrevido a tratar en los anteriores”, dice Segura, quien publicó por primera este poemario en 2018, a raíz del Premio Nacional de Poesía Carmen Alardín. 

En esta versión revisada añadió sensaciones de la transformación de los vínculos a las pantallas, las relaciones que se rompen y los duelos que tienen que ver con las relaciones amistosas que terminan. Todo esto a partir de conversaciones que sostiene constantemente con amigos, amigas, parejas y gente cercana a ella que también conforma su escritura.

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La escritura en solitario cada vez me funciona menos, cada vez pienso más en la escritura como comunidad, el espacio para compartir con otros y otras, a mí me pareció fundamental volver a los espacios de talleres aunque sea en la virtualidad, darlos y recibirlos, escuchar y acompañar, para mí fue fundamental”, explica.

El paradigma del autor atormentado que escribe en solitario le parece demasiado alejado.

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Es un paradigma de la poesía que tiene que ver con el periodo romántico de considerar al autor, el autor masculino, como una figura que borra el cuerpo o para quien su cuerpo no puede ser un problema, porque casi siempre es el cuerpo masculino que se puede dedicar a escribir horas y horas.