Guadalajara, Jal.- Para defender al país de las amenazas que le asedian hay que tener un pensamiento crítico, afirma el columnista Armando Fuentes Aguirre, mejor conocido como Catón, quien estuvo en Guadalajara para protagonizar la conferencia México Hoy, en el marco de las actividades de la Capital Mundial del Libro. 

El periodista y escritor saltillense resalta que una de las armas más poderosas para desarrollar una voz crítica es el libro, pero también la educación, es decir, sin ciudadanos leídos y educados un país no puede erradicar la violencia ni buscar la prosperidad, afirma.

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Muchos males, entre ellos el de la violencia, vienen de nuestra falta de educación; yo no sostengo la idea de que la lectura hace buena a la gente, hay sujetos muy ‘leídos’ y muy cabrones, pero sí creo que leer nos da una visión diferente del mundo, que nos permite ser distintos a los demás y eventualmente nos da la posibilidad, si eso escogemos, de ser mejores.

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Hay que inducir a los niños y a los jóvenes a que lean (aunque sea en celulares) porque también aquí se puede leer aunque no estemos acostumbrados a eso”, recalca Catón, quien publica sus columnas De Política y Cosas Peores y Mirador, en una centena de medios nacionales.

En su visita a Guadalajara, el autor de libros como Teologías para Ateos, La Otra Historia de México y Cuentos de Todos hizo un análisis sobre la situación política y social del país, sobre lo que cree que funciona mal, pero también para exhortar a los ciudadanos a alzar la voz y no ser indiferentes hacia las injusticias que se comenten cotidianamente en las calles de este país.

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México no está bien gobernado y aunque me pese decirlo, y lo digo con corazón entristecido, en vez de ser un estado de derecho, nuestro país se está convirtiendo en un estado de desecho, menospreciado y a veces objeto de irrisión por parte de otros países y frente a eso nos ignoran los líderes; tenemos que mostrar nuestro amor a México por medio de la protesta aún y cuando sea peligrosa como hemos visto con el caso trágico de la desaparición y muerte de numerosos periodistas.

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Se ha dicho que los males de un país no vienen de la obra de los malos, sino de la indiferencia de los buenos y no podemos permanecer indiferentes, tenemos que hablar de ellos”, advierte.