De acuerdo con Índice Global de Esclavitud (Global Slavery Index) en Latinoamérica “logró”, a una deshonrosa medalla de plata con el segundo lugar donde se registra la más alta incidencia de personas en situación de esclavitud. Y a nivel mundial se ubica un poquito a bajo de la mitad de acuerdo con sus últimos indicadores del año 2023.
Así es, aunque suene imposible porque se tiene estereotipado la palabra esclavitud en donde la venta de personas de raza negra era vendida entre los siglos XVI y XIX, tratados inhumanos en donde iban encadenados cuello, manos y pies; golpeados hasta para labores duras hasta desvanecerse del dolor o hambre ya que en esas ese siglo se les daba simplemente agua con azúcar de caña para tomar fuerza.
Si bien es cierto que en tiempos actuales esta práctica no se ha visto más; ciertamente lo es que ha evolucionado a una esclavitud moderna. Predomina en esta problemática, la trata de personas, la explotación laboral y la mendicidad forzada, además de que también, aunque en menor escala, se tiene la utilización de menores de 18 años de edad en actividades delictivas, matrimonio forzoso o servil, adopción ilegal, experimentación biomédica ilícita en seres humanos y tráfico de órganos.
Las medidas que por muchos años han implementado los gobiernos en el poder, no han servido de nada porque no se le da seguimiento permanente en un combate efectivo contra la esclavitud en sus variadas concepciones ya mencionadas.
Y, en la medida que transcurre el tiempo, el problema crece mientras haya un mercado que lo demanda y que deja un beneficio monetario para el tratante.
Es triste decirlo, pero esta situación no solo se ha estancado, sino lamentablemente ha crecido como ha aumentado en si la población mexicana, aprovechándose para ello la ausencia e indiferencia de las autoridades federales, estatales y locales que si hemos de ser honestos trabajan con las “uñas” en muchos programas dirigidos a la comunidad, por tanto, pensar o considerar que volteen un poco a circunstancias adversas como es la esclavitud de personas, es tanto como pedirle peras al olmo.
El caso de Coahuila es un claro y viviente ejemplo, teniendo como registro histórico en el año 2015, se informó sobre la salvación de más de 300 trabajadores, entre ellos 61 niños, que estaban siendo explotados en fincas agrícolas de Coahuila, quedando reportado ante la Procuraduría General de la República (PGR), ahora mejor conocida como la Fiscalía General de la República (FGR) fincando proceso legal en contra de dos personas por la explotación de personas.
En año 2016 casualmente se conoció de la explotación laboral de jornaleros del campo que fueron contratados y traídos a la región Sureste de Coahuila de distintas entidades de la República, como Veracruz y Tabasco. Y a dos años después se rescataron 25 jóvenes jornaleros agrícolas originarios de Veracruz y otros estados bajo condiciones infrahumanas en un ranchito de la Región Sur de Coahuila.
La contratación de personas no es meramente el problema, sino este se deriva de las infrahumanas condiciones que se les da no solo por cuanto hace a salarios, sino a las variadas condiciones dignas de trabajo y particularmente de alojamiento, alimentación, salud, derechos laborables como lo son horarios y salarios, entre otros.
Esta criticable circunstancia se le detectó también a principios del año 2017 a una reconocida empresa saltillense dedicada al empaque de carne y que trajo a la región Sureste gente para levantar las cosechas de la temporada, contratando a jornaleros del Sur del país por la necesidad que tienen estos ante la falta de empleo en sus propias entidades.
Nunca se supo el nombre de la empresa que tenía en esclavitud a más de un centenar de personas, aunque sí se le aplicó ejemplar sanción económica, aunque jamás se dijo consistente en que o cuanto, pero no transcurrieron muchos meses en que de nueva cuenta incurriera en las mismas faltas, quedando entre dicho el dizque actuación de la Secretaría Estatal del Trabajo de ese año.
Sin pretender justificación alguna, son muy limitadas las condiciones presupuestarias de cualquier dependencia estatal o federal como la Secretaría del Trabajo y Previsión Social del gobierno federal, así como la carencia de inspectores. Este es tan solo uno de los tantos ilícitos que debe combatir el gobierno actual de la federación. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org
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