Coahuila
Por María José César
Hace 3 meses
Se terminan las vacaciones y todos, tanto niños como grandes, nos desacostumbramos al ritmo escolar. Es natural que el inicio de algo nuevo vaya de la mano de ansiedades sobre quién tocará en su salón, cómo será su maestro o un miedo natural al cambio de rutina. Cuidar la salud emocional es igual de importante que cuidar la salud física.
Karen Stewart, siquiatra, afirma que el año nuevo escolar puede ser estresante y más para los que viven una transición de escuela. Stewart recomienda seis consejos para reducir la ansiedad del regreso a clases:
a) Reconoce sus preocupaciones y estrés, lo que le angustia. Asegúrate de hacerle sentir que es normal estar nervioso y actúa con confianza.
b) Habla sobre los posibles problemas y preséntale alternativas de solución.
c) Anímale y recuérdale las experiencias positivas del año anterior que puedan alegrarle. Refuérzale sus fortalezas y talentos.
d) Busca integrar la rutina lo antes posible, sobre todo en el horario de sueño y alimentación. Recuerda que la rutina siempre genera seguridad.
e) La primera semana, enfócate en elogiarlos, ser organizada, apoyar en lo que se requiere o se haya olvidado y ser flexible.
No pases por alto cada momento que pueda servir de apoyo para reconectarte con tus hijos. Recuerda que cada situación es una oportunidad para enfrentar sus miedos. La autoestima y la confianza de los hijos, depende mucho de la apertura y actitud de los padres; al buscar acompañarlos en buscar las soluciones y avanzar en las situaciones de crisis.
Hoy quisiera invitarte a tomar ventaja de este nuevo ciclo para reconectarte con tus hijos y empoderarlos. Si te es imposible decírselos en persona, escríbeselos en un cuaderno o alguna nota en su lunch.
Toma ventaja de cada momento en familia para recordarles tu amor y ser afectivo con tus hijos. A cualquier edad, los hijos necesitan sentirse queridos y eso intrínsecamente les mueve a aspirar a más.
Recuerda ser paciente con cada uno de tus hijos y reflexionar que cada uno responde de acuerdo con su personalidad. Observa las expectativas que te creas de cada uno de tus hijos y reflexiona sobre tu plan de educar a cada uno. Muy probablemente las estrategias que utilizas con uno no funcionan con el otro.
La clave para una infancia feliz es permitirles a los hijos avanzar acompañándoles estando cercanos.
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