Monclova
Por
Milton Malacara
Publicado el viernes, 26 de diciembre del 2025 a las 04:00
Monclova, Coah.- El luto vuelve a tocar las puertas de la comunidad obrera en la Región Centro. Lo que debería ser una temporada de paz, se ha transformado en un recordatorio de la crisis económica que atraviesa la zona, tras confirmarse la partida de un veterano de las llamas y el acero, como lo fue Leopoldo “Polo” Covarrubias.
Sumado al fallecimiento de José Juan Silva, la mañana del 24 de diciembre, fueron dos obreros los que fallecieron en menos de 24 horas en la víspera de la Nochebuena.
Con más de cuatro décadas de servicio en el corazón de la Siderúrgica Dos, específicamente en las áreas críticas de BOF y Colada Continua, Covarrubias representaba la memoria viva de la época dorada de Altos Hornos de México (AHMSA).
Su fallecimiento, ocurrido en su natal Castaños, no sólo deja un vacío familiar, sino que reabre la herida de una base trabajadora que parece consumirse al ritmo de la inactividad de la planta.
Desde que las chimeneas de la siderúrgica dejaron de humear hace tres años, la estadística de fallecimientos entre los trabajadores en activo y reajustados ha tomado tintes alarmantes. La cifra extraoficial ya supera las 70 defunciones, un dato que la comunidad laboral vincula directamente con el deterioro de la salud física y mental provocado por la falta de pagos, prestaciones y la angustia de un finiquito que no llega.
Para muchos, “Polo” no es sólo un nombre más en la lista de decesos, es el símbolo de una generación que entregó su vida a la producción de acero y que hoy, en el ocaso de sus días, se encuentra atrapada en un laberinto legal y financiero.
Mientras las autoridades y los inversionistas continúan en negociaciones que parecen no tener fin, el reloj biológico de los obreros no se detiene. La partida de Covarrubias en vísperas de Navidad subraya la urgencia de una resolución humana, más allá de los números contables, para una región que ha forjado su identidad sobre el metal y que hoy se desmorona en la espera.
Pereció José Juan, de la Planta 2, a los 46 años
La crisis de Altos Hornos de México (AHMSA) sumó la mañana del miércoles una nueva cifra de dolor, ya que José Juan Silva, ex obrero de la Planta 2 y miembro activo de la Sección 288, falleció de forma inesperada.
Silva, de 46 años de edad, quien dedicó años de su vida al departamento de Coquizadora Dos, era una figura reconocida y apreciada entre sus compañeros, se destacó por su participación política y social dentro del Grupo Mayoritario Café, donde era considerado un pilar por su carácter afable y su compromiso con la organización sindical.
Según reportes de sus allegados, el deceso se produjo tras complicaciones derivadas de una hernia. Pese a los esfuerzos médicos de urgencia, el exobrero no logró recuperarse, dejando consternada a la base trabajadora que aún lucha por sus derechos.
A pesar de la intervención de los médicos, quienes lucharon por estabilizarlo, Silva perdió la batalla, dejando un profundo vacío en el corazón de su comunidad.
Su muerte es un recordatorio de la vulnerabilidad en la que se encuentran cientos de trabajadores que, tras el cierre de la planta, han visto deteriorarse su bienestar físico y emocional.
Los restos de José Juan Silva fueron velados en la Nochebuena, en la capilla de la Sección 288, ubicada en la Zona Centro de la ciudad.
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