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Coahuila

CUIDADO CON LAS VELAS DE PARAFINA

Por Verónica Marroquín

Hace 1 año

QUÉ TAL AMIGOS Y AMIGAS: Deseando que el pasado domingo (Día del Padre) hayan podido festejar a sus papás, que los hayan podido apapachar y disfrutar mucho como yo, que tengo esa gran bendición de tenerlo con vida. Un abrazo de alma al cielo a todos los papás que se encuentran gozando de una vida eterna junto a Dios, y a cada uno de ustedes al sentir esa ausencia física de uno de los seres más amados… Los padres. Y que Dios ilumine el caminar de ustedes, papas, que me leen domingo a domingo, que esa luz divina sea su guía siempre. Abrazo también para ustedes, mis estimados lectores.

Y el tema de hoy, como lo dice el título, es muy importante que lo sepan, pues casi todos usamos velas en nuestros hogares y lugar de trabajo, ya que aparte de armonizar el lugar por la luz que expanden, se ve muy lindo. A mí la verdad me encanta tener velas en mi hogar por todos lados, la mayoría son aromáticas, las pongo en baños, recámaras, sala, comedor, en el patio, en las escaleras, en fin, me fascinan, me ayuda a entrar a esa conexión con uno mismo y con lo divino, sin duda alguna, algunas se ven muy elegantes, los aromas son deliciosos y muy variados, y una pretende las velas para todo tipo de eventos quien como yo soy amante de ellas, y mis hijas también, y amigas queridas, incluso casi siempre les regalo velas.

Pero… ¿qué creen? Que la mayoría de estas velas, aromáticas o no, pueden ser dañinas pues están hechas de petróleo, y resulta, mis estimados amigos lectores, que las velas de parafina ya están prohibiéndose en algunas universidades de nuestro estado vecino de Nuevo León. y la razón es porque la PARAFINA con la que se hacen la mayoría de las velas comerciales tienen componentes que pueden dañar nuestra salud.

Segura estoy que algunos de ustedes jamás se han preguntado de qué componentes químicos se hacen tales velas, ni cómo es el procedimiento para hacerlas.

Les cuento que al inhalar este humito que sale de la vela de parafina encendida, llega a los pulmones y las vías respiratorias se irritan, inflaman y obstruyen. Y estas al dañarse generan el no ingreso de oxígeno en la sangre, lo que deriva en una falla respiratoria.

En algunas ocasiones les he comentado en mi columna, que más que mía es de ustedes, que me hacen el honor de leer, que somos lo que comemos sin duda alguna, pero les digo, ahora también que somos lo que respiramos, y resulta que otro de los componentes de algunas de estas velas comerciales, y tan populares que están también en todas las iglesias, aparte del petróleo, fósil y no renovable, tiene tetracloruro de carbono, acetona, benceno o tolueno. Son más de 20 químicos peligrosos. Estos dos últimos ingredientes también se extraen de los humos de los motores diésel, relacionados con la causa del cáncer de pulmón. Otro problema es la mecha, para que duren más y se apaguen con más dificultad muchos fabricantes añaden plomo, un compuesto que daña el sistema nervioso infantil provocando dificultades de aprendizaje, trastornos de comportamiento y afecta a la inteligencia del niño de manera irreversible.

Increíble que algo tan lindo y que ayuda a armonizar y a calmar, pueda llegar a ser tan tóxico.

Qué alternativas hay, se preguntarán ustedes, la buena noticia es que sí las hay. Pueden buscar que las velas sean de cera vegetal, o de soja de preferencia, que el aromatizante sea de esencias también biodegradables, que no sean dañinas para nosotros. La mecha que sea de algodón, también es muy importante. Realmente hacer velas es muy sencillo, es terapéutico como prenderlas y olerlas. Yo antes hacía velas para mi casa, me encantaba hacerlas y les ponía especias, como clavo, entre otras que tenía en la cocina para que el olor fuera más natural y más fuerte; las hacía de gel, recuerdo, hice unas de arena que traía de mis viajes, las adornaba con flores, caracoles, y todo lo que se imaginen, pero pues fue hace muchos años. Creo que tendré que volver a hacerlas yo misma, pues he caído en este error de comprar velas de parafina como la mayoría, pero ahora que ya sabemos lo dañino que pueden ser estas velas, sobre todo las que no tienen ninguna etiqueta, que no sabemos qué les pondrán, nos estamos exponiendo a dañarnos nosotros mismos y a nuestra amada familia.

Recomendaciones amigos: recuerden leer la etiqueta, que no tengan petróleo, plomo o aceite de palma, parafina. Pudiera ser que las que son ecológicas y no dañinas su precio pudiera ser más elevado, pero siempre hay opciones y maneras de economizar, pero recuerden que la salud es primero, por ahorrarse algunos pesos no pongamos en riesgo la salud. Mejor prevenir y no llegar a necesitar ir con el doctor Cuando hay una afectación por inhalar este humo de las velas tóxicas, y que no haya ventilación, sobre todo. Las ceras vegetales son la mejor opción, aprendan hacerlas ustedes, la verdad les va a encantar, es más les compartiré en otra columna cómo hacer algunas de las velas de gel o ceras vegetales que no nos dañen la salud, como la cera de abeja.

Hasta la próxima, su amiga Verónica, Diosito por delante.

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