Vida

Publicado el martes, 7 de octubre del 2025 a las 04:01
Ciudad de México.- Mary E. Brunkow, Fred Ramsdell y el doctor Shimon Sakaguchi ganaron el Premio Nobel de Medicina ayer por sus descubrimientos sobre la tolerancia inmune periférica.
Brunkow, de 64 años, es directora senior de programas en el Instituto de Biología de Sistemas en Seattle. Ramsdell, de 64 años, es asesor científico de Sonoma Biotherapeutics en San Francisco. Sakaguchi, de 74 años, es profesor distinguido en el Centro de Investigación de Inmunología Fronteriza de la Universidad de Osaka en Japón.
Brunkow recibió la noticia de su premio de un fotógrafo de AP que llegó a su casa en las primeras horas de la mañana. Dijo que había ignorado la llamada anterior del comité Nobel.
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Mi celular sonó y vi un número de Suecia y pensé: ‘Eso es sólo, eso es spam de algún tipo’”, expresó.
El sistema inmunológico tiene muchos mecanismos superpuestos para detectar y combatir bacterias, virus y otros agentes dañinos.
Guerreros inmunológicos clave como las células T son entrenados para identificar a los agentes dañinos. Si algunas, en cambio, se desvían de una manera que podría desencadenar enfermedades autoinmunes, se supone que deben ser eliminadas en el timo, un proceso llamado tolerancia central. Los ganadores del Nobel desentrañaron una forma adicional en la que el cuerpo mantiene el sistema de protección bajo control.
El Comité del Nobel dijo que todo comenzó con el descubrimiento de Sakaguchi en 1995 de un subtipo de células T previamente desconocido, ahora conocido como células T reguladoras o T-regs.
Luego, en 2001, Brunkow y Ramsdell descubrieron una mutación responsable en un gen llamado Foxp3, un gen que también juega un papel en una rara enfermedad autoinmune humana.
El Comité del Nobel dijo que, dos años después, Sakaguchi vinculó los descubrimientos para mostrar que el gen Foxp3 controla el desarrollo de esas T-regs, que a su vez actúan como un guardia de seguridad para encontrar y frenar otras formas de células T que reaccionan de manera exagerada.
El trabajo abrió un nuevo campo de la inmunología, dijo la profesora de reumatología del Instituto Karolinska, Marie Wahren-Herlenius. Ahora, investigadores de todo el mundo trabajan para usar células T reguladoras para desarrollar tratamientos para enfermedades autoinmunes y cáncer.
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Sus descubrimientos han sido decisivos para nuestra comprensión de cómo funciona el sistema inmunológico y por qué no todos desarrollamos enfermedades autoinmunes graves”, dijo Olle, presidente del Comité del Nobel.
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