Saltillo le entra de frente al tema del transporte. A partir de octubre, habrá dos rutas troncales con camiones nuevos y servicio gratis. ¿De dónde van a salir los 55 millones de pesos para echarlo a andar? Del mismo dinero que el municipio ya no tendrá que pagar por las plantas tratadoras de aguas negras, porque en octubre se acaba el contrato con la empresa que las operaba. Así de claro: se acaba un gasto, se mete ese dinero donde sí se necesita. El alcalde Javier Díaz no le dio vueltas ni prometió a futuro: ya dijo cómo, cuándo y con qué.
En Morena, la novedad no es que sean austeros, nomás que lo parezcan. La dirigente nacional, Luisa María Alcalde, salió con que los militantes ricos deben evitar lujos para no dañar la imagen del partido. Que no anden presumiendo relojes caros, viajes, ni ropas de marca… aunque tengan con qué. O sea, que finjan. Que se disfracen de pobres aunque vivan como juniors. Lo grave no es que vivan bien, sino que se les note.
En Coahuila, el mensaje va hasta el presidente nacional de morena, cae justo como anillo al dedo: Américo Villarreal Santiago, el delegado del Bienestar, y su novia, la senadora Cecilia Guadiana. Viven como quieren, viajan en vuelos privados y se dan sus gustos… dicen que con su dinero, y capaz que sí. Pero ya no basta con decir que lo pagan ellos. Ahora, aunque tengan, tienen que fingir que no. ¿Se les acabó el show?
Hoy está de manteles largos Fernando de las Fuentes Hernández, exalcalde de Saltillo, exdiputado federal y expresidente de la Junta de Gobierno del Congreso del Estado. Político de carrera, de los que saben moverse entre pasillos, “El Diablo”, “El Diablito” suma un año más con la vela encendida y el colmillo intacto. No está en la primera línea del reflector, pero nadie en el PRI lo da por retirado. En los cumpleaños se desea salud, pero en política también se desea lo otro: vigencia. Y esa, Fernando la sabe administrar como pocos.
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