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Desunión pandémica

Por Ricardo Torres

Hace 2 años

El primer caso oficialmente identificado de Covid-19 se produjo a principios de diciembre de 2019, fecha en que China lo reportó a la Organización Mundial de la Salud. El saldo de la pandemia hasta hoy es de 317 millones de infectados y 5 millones de muertos por dicho virus.

Ahora en nuestro país los contagios están en todas partes, mucha gente está infectada, con síntomas graves o leves, pero con la incertidumbre de no saber si en realidad esto es el final de la enfermedad. Nuestros gobernantes, cada uno por su lado, algunos preocupados por la salud de sus gobernados y otros por reafirmar su popularidad.

El doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la Organización Mundial de la Salud, a finales del año pasado aseguró que es un momento para reflexionar sobre los avances que los gobiernos de todo el mundo, de todos los niveles, han logrado, y las lecciones que han aprendido, así como de la disposición de cada uno de ellos para renovar los compromisos de hacer todo lo posible para salvar vidas. “Con los millones de casos y los millones de muertos, a menos que abordemos el problema con seriedad y acabemos con la falta de unidad en el interior de los países y la poca solidaridad internacional, lo peor está todavía por llegar”.

El director de la OMS aseguró que, más allá de las investigaciones para encontrar un tratamiento o una vacuna, la esperanza de frenar la pandemia está en nosotros, y puso como ejemplo el caso de Corea del Sur, país que después de ser el segundo en número de casos después de China, ha conseguido suprimir la transmisión de la infección gracias a una estrategia coherente de salud pública.

Por desgracia, el doctor Tedros Adhanom en esa entrevista parecía estar refiriéndose en todo momento a las malas decisiones que ha tomado nuestro Gobierno mexicano, y de manera constante hablaba de la poca seriedad con la que los mexicanos tomábamos previsiones respecto al tema de las infecciones, al punto de lanzar una “invitación” a nuestro Presidente, “invitó al Gobierno de México a enviar a expertos de su país a la OMS para que conozcan de primera mano el proceso de inclusión de una vacuna en el listado de uso de emergencia”, aseveró.

La indirecta no quedó ahí, y para acabar de evidenciarnos dijo: “Es la primera vez que oigo que tiene preocupaciones (refiriéndose a AMLO). Si en verdad está interesado, puede enviar expertos para ver cómo lo hacemos”.

Tedros aseguró a López Obrador que las decisiones de la OMS se basan en “datos, pruebas y principios y nada más”, y las recomendaciones finales vienen de expertos y no de ocurrencias: “Siempre usamos la ciencia y los datos. Se lo quiero asegurar a su excelencia”, remarcó.

Por desgracia, Tedros tenía razón, ya que advirtió que la realidad era que la pandemia en ese momento estaba muy lejos de terminar, y que se recrudecería si los gobiernos continuaban con la absurda idea de mantener los ambientes de división política. Por ese motivo pidió a los países crear estrategias coherentes, que incluyeran como principales ingredientes: la unidad política en los niveles de Gobierno, la autonomía de las autoridades sanitarias, la sensibilidad de los gobernantes y las decisiones conscientes de cada uno de nosotros. “Sin uno de esos ingredientes, la pandemia no cederá”, aseguró.

Entonces… ¿cuál de los ingredientes nos faltó?

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