Saltillo, Coah.– Los optometristas, a raíz de la pandemia, atienden a más niños con problemas de miopía que requieren lentes, pues desde temprana edad han estado expuestos a la luz azul que emiten los celulares y tabletas y, por inactividad física, han reducido la exposición a los rayos solares, lo que pone en grave riesgo la salud visual, informó Christian García Moreno, presidente del Colegio Nacional de Optometría Pediátrica.

“ El problema más grande que radica con la miopía es que va a generar un problema en el futuro, porque entre más alta sea la miopía, mayor probabilidad en la edad adulta de tener problemas como desprendimiento de retina, daños en la mácula (ubicada en el centro de la retina), problemas de glaucoma o cataratas prematuras, lo que va a desencadenar, precisamente, una discapacidad visual o la ceguera”.

“ Hay un aumento considerable de los casos de miopía infantil. Hacia la época de los 80, 90 podíamos ver que muchos de los niños del sector educativo, la gran mayoría no tenía esos problemas visuales, había uno, dos, tres niños, máximo por salón. Hoy tenemos, por lo menos, un 30, hasta 40% de niños con problemas visuales”.〞

Ahora, el problema más grande que tenemos es la miopía infantil, de manera que la Organización Mundial advierte que para 2050, más de 50% de la población mexicana va a ser miope, pronóstico realizado antes de la pandemia, sin embargo, el resultado será más alarmante.

“ Ya que en pandemia el uso desmedido de dispositivos electrónicos aumentó hasta 85 por ciento. Y otro de los graves problemas que tenemos, es que los niños de esta época practican muy poca actividad al aire libre”.

“ Cuando nosotros realizamos actividad al aire libre recibimos estimulación de la luz del sol, esa estimulación aumenta el desarrollo de la dopamina, y la dopamina a nivel oftalmológico tiene un efecto sobre el globo ocular, de no permitir que crezca desmesuradamente”.

Lamentó que, desde temprana edad, los niños utilicen tabletas o celulares, porque lo recomendado es tener acceso a estos dispositivos a partir de los 7 años, cuando las partes del ojo ya están desarrolladas. El uso debe ser máximo de una hora al día.

En el periodo vacacional hay niños que usan la tableta desde ocho hasta 10 horas seguidas, lo cual también va desarrollando el síndrome de ojo seco, que es propio de la edad adulta.

Hay casos en que se provoca estrabismo, es decir la desviación ocular por uso excesivo de los dispositivos electrónicos. El ojo seco puede provocar irritación, malestar, dolor e infecciones recurrentes.