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El género del candidato para Coahuila en 2029; el factor tras los estatutos del PRI

Por Luis Carlos Plata

Hace 4 semanas

Si bien las consecuencias se centran unipersonalmente en Alejandro Moreno Cárdenas, el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI (“Alito”, como dicen sus camisas en tipografía tamaño 72), la recientemente invalidada reforma a los Estatutos del Partido Revolucionario Institucional tiene una implicación indirecta para Coahuila.

Centrados en la demolición de la República que orquesta el régimen durante los primeros 30 días de la Legislatura que coinciden con el último mes del sexenio, pasó desapercibido que, el pasado martes, el Consejo General del INE votó por mayoría (7 contra 4) para echar abajo las recientes modificaciones a la vida interna del partido. Dos días antes, la Comisión de Prorrogativas y Partidos Políticos había deliberado en consecuencia el anteproyecto.

El argumento es que éstas se realizaron en un plazo prohibido. Concretamente, durante un proceso electoral ya iniciado, pese a tratarse de cuestiones de organización interna.

Dentro de lo anulado había un cambio interesante, pues el Artículo 43 de los Estatutos reformados decía: “en los procesos electorales federales y locales que se rigen por el principio de mayoría relativa, el Partido garantizará el principio de paridad de género, procurará la participación de mujeres en un 60% del total de cargos a elegir”.

La misma intención se repite más adelante, casi de manera literal, en los artículos 44, 184 y 187 de los Estatutos, mismos que también fueron modificados.

Si bien el verbo clave es “procurar”, que por definición significa “hacer diligencias o esfuerzos para que suceda”, lo cual no genera ningún compromiso, lo expresado no es ilegal ni conculca derechos políticos a los varones, ya que la única restricción en el Código Electoral es que obtengan ellas “por lo menos” 50% de los espacios.

Queda muy lejos, falta mucho camino por recorrer, y eventuales volteretas en las reglas del juego político, más incierto hoy que en los últimos 30 años. Sin embargo esa intentona por congraciarse con el padrón femenino supone que, de entrada, exista 60% de probabilidad que haya en el lejano 2029 (o cercano, según se vea) una mujer en Coahuila como candidata del PRI a Gobernadora.

Entre otros temas que también fueron anulados destacan la elección consecutiva (reelección, sin eufemismos) de la presidencia y la secretaría general hasta por tres periodos consecutivos de cuatro años cada uno, y el artículo transitorio que facultaba a los actuales titulares (Alito y Carolina Viggiano) a participar en los futuros procesos de “renovación”.

Tampoco podrá el PRI contratar deuda (algo que tienen prohibido los partidos políticos) como lo intentaba dejar por escrito, con el pretexto de no ser a largo plazo (no podrán rebasar los 365 días) y no superar el 20% del financiamiento anual como tope.

Y finalmente se invalida también la facultad exclusiva del presidente del CEN para designar y remover a titulares de los grupos parlamentarios del PRI en las cámaras de diputados y senadores, pero además en los congresos estatales. Algo que no existía. No por lo menos en un documento.

Ahora bien, si el impedimento sólo es la temporalidad (aunque la Sala Superior del Tribunal Electoral tiene la última palabra), bastaría con llevar las mismas propuestas anuladas por esa razón otra vez a la Asamblea Nacional, y repetir el procedimiento en las 32 entidades federativas como fase previa, sometiéndolo a la decisión de los delegados y consejeros.

¿Le serían aprobadas de nuevo?, es la pregunta, ¿o factores externos podrían intervenir para cambiar el sentido de las decisiones tomadas?

¿A quién conviene se mantengan igual?

Cortita y al pie

En esa ecuación política Coahuila, el último bastión y cuna del Federalismo, puede llevar una relación de convivencia con el CEN mientras le garanticen autogestión y autodeterminación, pues la inercia ganadora le permitiría negociar respeto. Alejados unos de otros hasta que ocurra un proceso natural de mitosis.

No obstante el PRI propone hacerse un partido feminista, adoptando la coyuntura internacional (que otras organizaciones como Podemos, en España, han acogido para mutar hacia Unidas Podemos -sin buenos resultados electorales hasta el momento, justo es decirlo-).

“No es sólo una medida de justicia social y equidad, sino una estrategia crucial”, dice su exposición de motivos para modificar los Estatutos.

La última y nos vamos

Por lo demás, el género de los candidatos a Gobernador de Coahuila en 2029 lo impondrá Morena en función de sus cálculos políticos y, particularmente, la correlación con la elección simultánea en el Estado de México, la cual sirve como parámetro para aplicar el criterio de paridad, donde Delfina Gómez figura como mandataria desde 2023.

El granero de votos más grande del país lleva mano y al día de hoy la 4T no tiene a otra mujer popular para competir (más allá de haber cooptado a Alejandra del Moral) ni con el bagaje de haber experimentado cargos de primer nivel con exposición mediática como sí la tuvo hace un año.

Al finalizar 2024 habrá 17 estados gobernados alguna vez por una mujer. Y para el definitorio 2029 en Coahuila (la única del país que no ha probado alternancia política), salvo Chiapas, Tabasco y Jalisco, el resto de entidades podrían entonces haber experimentado ya una mujer al mando del Poder Ejecutivo estatal. Es por ahí.

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