Saltillo|Monclova|Piedras Negras|Acuña|Carbonífera|TorreónEdición Impresa
‘Plan de pensiones de Morena lo va a tirar la Corte’, afirma Jericó Abramo Ryan García, con sobrepeso antes de pelea con Haney; no podría aspirar a título de CMB Vinculan a proceso a Miguel ‘N’, presunto feminicida de María José en Iztacalco ¿Taylor Swift arremente contra Kim Kardashian y sus hijos en nueva canción? Esto dice Cuídate de empresarios que se dicen tus amigos de Monterrey: La advertencia de Peña Nieto a AMLO

Zócalo

|

Arte

|

Información

< Arte

Arte

El jazz es la capacidad de improvisar en la vida

Por Christian García

Publicado el sábado, 10 de abril del 2021 a las 03:40


el jazz sí es libertad, pero creo que sobre todo conexión. Ya sea entre dos, cuatro o más músicos y también el aforo de la gente.

Saltillo, Coah.-“El jazz es tener la capacidad de improvisar en todo; la capacidad de conocer a alguien y poder platicar con él y poder hacer las cosas más estructuradas. El jazz es la capacidad de improvisar en la vida diaria”, sostiene el flautista Manuel Huízar, director de la Orquesta Nacional de Jazz, y quien juntó a sus colegas Carlos Alcalá (guitarra), Édgar Reyes (bajo) y Oswaldo Cerna (batería) en un ensamble que permite pensar que “el jazz, como decía Bill Evans, no es un qué sino un cómo”.

Para los músicos, que se presentaron el jueves en Casa Tiyahui –como una de las actividades de celebración por su 12 aniversario–, la cuestión fundamental del jazz es, precisamente, saber cómo la comunicación entre ellos puede surgir. Como apuntó Cerna “el jazz sí es libertad, pero creo que sobre todo conexión. Ya sea entre dos, cuatro o más músicos y también el aforo de la gente. Creo que llegar a esa conectividad entre todos, es la libertad del jazz. Me siento muy libre al ejecutar jazz, pero al hacer clic con el músico que te acompaña en el escenario es otra cosa”.

La presentación del jueves demostró, además, otras de las virtudes del género: la capacidad de fluir, de tomar un poco de otras músicas y hacerlas suyas. La influencia y la fusión, la capacidad de interpretar una melodía ajena y convertirla en una atmósfera diferente, pues en eta ocasión, el repertorio estuvo conformado por boleros mexicano, latin jazz, swing y groove.

Y desde esa perspectiva “el cómo” que es el jazz, vira hacia cómo se toca una pieza y se transforma en otra. Cómo el músico mismo se quita la piel de uno para ser otro, pues todos los miembros del ensamble son músicos profesionales que estudiaron en la Escuela Superior de Música (Esmuac), pero también han sabido desligarse de la tradición clásica para aprender esas otras formas.

Para Reyes “como músicos de orquesta, debemos de ser muy conscientes de seguir lo que dice el papel, mirar al director y aunque me encanta, también sé que es otro tipo de lenguaje. El jazz es esa música en la que tú eres dueño de lo que estás expresando, porque estás en el ahora, disfrutándolo y siendo dueño de ese momento”.

Esa necesidad de explorar los límites del lenguaje musical ha creado una escena jazzera cada vez más constante en la ciudad, señala el ensamble. Apuntan que desde hace 13 años cada vez más músicos profesionales, que no se ven como intérpretes de cámara, han comenzado a “picar piedra haciendo sus propias producciones”, como dice Alcalá.

En el caso de Huizar, señaló que primero fue a Monterrey y, de ahí, a la Ciudad de México en donde encontró una escena consolidada del género y en donde, en 2015, cofundó la Orquesta Nacional de Jazz. Ahora ve cómo el género ha crecido en Saltillo.

“A mí me da mucha felicidad ver lo que está pasando con el jazz, porque la gente no buscaba esto, pero de un tiempo para acá se ha mostrado un trabajo muy fresco”, y agrega que “esta apertura se dio porque los músicos ya tienen más técnica, pero muchos no se ven como parte de una orquesta sino tocando cosas más modernas”.

Para Alcalá, quien cursó en el Centro de Estudios de Jazz de la Universidad Veracruzana esta escena “ha estado emergiendo. Lo que más se agradece es el trabajo de los músicos, pero también los espacios como estos, que crean eventos así, y que permiten que este tipo de música llegue a demás personas”. Eso también ayuda, y mucho”, apuntó.

En esta ocasión fue Casa Tiyahui la que abrió sus puertas para el ensamble, pero muchas veces son cada uno de los miembros quienes tocan en bares para sobrevivir. Por ello el cierre que causó la cuarentena, admiten, “sí nos pegó gacho”, aunque apuntan que solo el trabajo y el esfuerzo puede ayudarlos.

“Ha sido muy difícil, porque el trabajo se mermó, pero también ha sido un tiempo para reinventarse y encontrar nuevas maneras de que la música fluya. Ya sea en grabaciones a distancia, colaboraciones a lo lejos… muchas cosas, pero aunque sí nos pegó gacho, creo que todo esto sí nos ha dejado cosas buenas. Nos hemos proyectado de otra manera, conocer cómo lo digital impulsa nuestras carreras”, comentó Reyes quien, con ese comentario completa una vez más es “cómo” del jazz, que en este caso es cómo fluyen con sus virtudes y errores.

Notas Relacionadas

Más sobre esta sección Más en Arte

Hace 10 horas

Musicaliza al MAG el Rebelde de las Letras; dan plática y pinchan discos

Hace 10 horas

Maestros que Dejan Huella: Alicia de la Peña; ‘debe IA ser una herramienta no un enemigo’

Hace 1 dia

Con ritual de la ‘bendición de las semillas sagradas’ en Teotihuacán, piden que no falten las lluvias

Hace 1 dia

Multan con 200 millones de pesos a joven por distribuir manga de forma ilegal en línea

Hace 1 dia

‘Sazona’ la OFDC comida con Haydn; dan concierto público

Hace 1 dia

Capta la poesía de la locura de Monk; inspira jazz libro

Hace 1 dia

Llenará el rock de José Agustín el Complejo Cultural Los Pinos; tiene homenaje doble

Hace 2 dias

Invita UAdeC al concurso de acuarela Lights and Lines; será en mayo

Hace 2 dias

Llevan a Sala Prisma las sonatas mexicanas; invitan a recital