Arte

Publicado el martes, 2 de diciembre del 2025 a las 04:05
Saltillo, Coah.- La historia de Francisco Lelo de Larrea (Monterrey, 1974) es la de alguien que experimenta, palpa, toca, escucha y practica. En su juventud se enfocó en tocar rock y, sobre todo, blues, pero fue hasta que escuchó el disco Beneath the Mask, de The Chick Corea and the Elektric Band que su interés por el jazz se convirtió en un todo. “El rock me gustaba, el blues era lo que tocaba, pero cuando escuché el swing del jazz fusion de ese disco, me ganó por completo”, dice el músico, quien ofreció un taller sobre la historia del jazz y la técnica de la improvisación en el Centro de Estudios Musicales Jonás Yeverino como parte de la cartelera de Jazz November, del Instituto Municipal de Cultura de Saltillo.
Fue ese deseo por improvisar, “crear la música al momento”, el que atrajo al guitarrista a explorar las posibilidades del jazz, a aprender ese lenguaje “esa forma de comunicación y de creatividad y de composición espontánea la que me hizo entrar en el jazz”, dijo en entrevista con Zócalo.
Y para aprenderlo, Lelo de Larrea estudió, primero, en la Escuela Superior de Música de Monterrey, de ahí se pasó al Conservatorio Nacional de Música en el entonces Distrito Federal, y ahondó en el género sincopado en la licenciatura en Jazz de la Escuela Superior de Música del Instituto Nacional de Bellas Artes. Un viaje vital que se traduce en la sonoridad de su guitarra, en la que igual se encuentran sus influencias claras del jazz bebop y postbebop como los saxofonistas Charlie Parker y John Coltrane, y el trompetista Miles Davis, hasta el sonido ecléctico del jazz fusion en donde nombra a los tecladistas Chick Corea y Herbie Hancock, y los guitarristas Pat Metheny y Wes Montgomery.
Para él “el jazz es siempre de ampliar tus horizontes. Escuchas música de todo para abrir la mirada y luego, si puedes, utilizarla en tu propia música. Es igual dentro del jazz, no puedes sólo escuchar guitarristas, si eres guitarrista, tienes que escuchar todos los instrumentos y sus sonidos, sus colores y tonos. Eso es lo que te hace mejorar”, apunta.
Ataraxia: paz musical
Esas influencias variadas, claras y profundas, son las que se pueden escuchar en su música. Con dos discos producidos, Francisco Lelo de Larrea 5uintento (2007) y Ataraxia (2023), un “formato de contrabajo, trombón, saxofón alto, guitarra y batería”, en la que Lelo de Larrea apuesta por paletas de colores intensos otorgadas por lo que él llama “un dream team jazzero para mí” en el que están el baterista Antonio Sánchez (conocido por sonorizar la película Birdman, de Alejandro González Iñárritu); David Binney, en el saxofón alto; Ellito Mason, en el trombón, y Scott Colley en el contrabajo. Dando al disco un “timbre que me gusta mucho y que se genera a partir del trombón y la guitarra, pero también de la guitarra con el saxofón alto, a su vez del saxofón alto con el trombón.
“
Esa combinación me gusta usarla mucho, justamente por los colores y los tintes, y las vibraciones que se generan en términos de frecuencia. Y me gusta escribir también para esos instrumentos, los conozco muy bien. Así que tenía las ganas de hacer otra vez un ensamble con el mismo quinteto
Para este disco, el guitarrista compuso “más de 20 rolas” aunque sólo cinco conforman el disco que puede encontrarse en plataformas digitales; un álbum “redondo y equilibrado por cómo ordenamos las piezas: la que tiene el hook-up, que es la primera, luego la balada…, para que quien ponga el disco quede de alguna forma atrapado, y se enganche, y tenga ganas de seguir escuchando el disco”, apuntó el guitarrista quien adquirió el Master of Arts in Jazz Performance en la Aaron Copland School of Music, de Nueva York.
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