Saltillo, Coah.- La fluidez del bulevar Venustiano Carranza depende mucho de la zona, hora, día e incluso sentido en el que se viaja.

La diferencia en el mismo trayecto, pero a diferente horario, puede provocar que se haga hasta 79.7% más tiempo.

De sur a norte…

Lo más complicado es viajar de sur a norte, pues de los 8.4 kilómetros que hay entre el bulevar Francisco Coss y el entronque con Los Valdez, hay zonas en que los embotellamientos pueden ser severos.

En una hora normal, pasadas las 11:00, se puede iniciar el trayecto sin tantos contratiempos, tres semáforos en rojo, y se hace un total de 11 minutos con 33 segundos, con una velocidad promedio de 43.6 kilómetros por hora, incluyendo el tiempo del vehículo en reposo.

El mismo trayecto, pero antes de las 15:00 horas, todo se vuelve más complicado, incluido el cruce por la Zona Universitaria, así como con Luis Echeverría.

Lo más pesado son los 940 metros que hay entre las calles previas al bulevar Humberto Hinojosa (por donde se ubica la Clínica No.2 del IMSS), pasando por el embotellamiento del bulevar Galerías, vehículos que se meten entre carriles sin respetar la distancia de seguridad, hasta finalmente pasar por Canadá.

Una vez superado ese cuello de botella, los siguientes kilómetros son más fáciles, pues no hay semáforos de por medio.

El viaje de sur a norte en horario pico llevó 20 minutos con 37 segundos, a una velocidad promedio de 24.4 kilómetros por hora, una diferencia de 9 minutos con cuatro segundos del horario “normal”.

De norte a sur…

El recorrido de norte a sur, tanto en horario ordinario como en punta, es más rápido que en la orientación contraria.

Pasadas las 11:00 horas se inicia el recorrido antes de la rotonda de Venustiano Carranza, se pasan los puentes vehiculares y el primer semáforo en rojo toca en Canadá, el de Hinojosa toca en verde, pero el de LEA no. También toca detenerse en Avenida Universidad, pero no en Chiapas. En total se hicieron 9 minutos con 21 segundos, a una velocidad promedio de 55.9 kilómetros por hora.

El mismo trayecto, con el mismo sentido, pero hecho pasadas las 14:20 horas, llevó 15 minutos con 6 segundos, a una velocidad promedio de 33.3 kilómetros por hora. Hubo mayor tiempo para pasar todos los semáforos por la carga vehicular.

Se hicieron 5 minutos con 45 segundos adicionales, en hora pico, un 59.1% más de tiempo.

Debe ser un bulevar a la altura de Saltillo

“ Saltillo ya no es un rancho. Coincido en que ninguno de los carriles debe ser usado como estacionamiento, los cuatro tienen que ser empleados para la circulación, incluso se podría destinar el último a mano derecha para que sea exclusivo para el transporte público, y que no invadan otras áreas, que nada tienen que hacer en el primero o en el segundo carril”, comentó el vicepresidente de la Asociación de Hoteles y Moteles de Coahuila, Héctor Horacio Dávila Rodríguez.

El empresario hotelero advirtió que nada tienen que hacer los tráileres o unidades de transporte de personal en el V. Carranza. “Debe ser una vialidad ad hoc, que responda a las necesidades del siglo 21; tenemos que poner orden a este bulevar”.

“ Ya es tiempo que esa vialidad no sea tomada como una calle cualquiera donde se puedan estacionar. Eso va a hacer que los negocios, como en mi caso –con en el Hotel Imperial–, consideraré la parte de atrás para estacionamiento; otros, si tienen espacio, que lo dediquen para que aparquen los vehículos de sus clientes. Se va a generar una cadena de valor para trabajar, que es bueno, pues le va a dar fluidez”, opinó.

‘Debemos sumarnos’

El presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) en Saltillo, Eder López González, estimó que no habrá problemas para aplicar las mejoras en el bulevar, aunque esto genere que se busquen alternativas de estacionamiento.

“ Va a ayudar a la movilidad y al tráfico que se está desfogando. Hemos visto que en los últimos años hay cada vez más tráfico, sobre todo entre la calle Canadá y la secundaria Margarita Maza de Juárez; todo ese tramo carga con muchos carros, sobre todo en las horas pico, de las 2 y las 6 de la tarde”, señaló.

La medida podrá ser aprovechada por algunos particulares para que construyan estacionamientos en áreas estratégicas y puedan emprender un nuevo negocio, expuso.

“ Vemos bien que se quiten los carriles de estacionamiento, que a final de cuentas eso ayuda a los establecimientos que estamos allí, para tener mayor movilidad y atraer más gente a la ciudad. Ya se buscarán vías alternas, calles laterales para poder dejar sus vehículos o en los mismos estacionamientos de los comercios”, afirmó.

Recordó que en el mismo bulevar hay varios comercios que están cerrados, o hay terrenos sin ser usados, “y sería una buena opción que esos inmuebles se conviertan en estacionamientos para captar a la clientela de los comercios, oficinas y restaurantes vecinos. Lo que se necesita es dar movilidad y generar cada vez menos tráfico en esa zona”.

Prevalecerá el bien mayor

En las modificaciones del bulevar Venustiano Carranza se privilegiará la opinión de los expertos en vialidad sobre intereses particulares, garantizó el alcalde José María Fraustro Siller.

La medida también prevé modificar retornos y banquetas, para mejorar el tráfico en la zona.

“ Tenemos que despojarnos –cada quien– de nuestros propios intereses para generar el mejor de los proyectos, lo que implica que aceptemos las voces de terceros para que nos indiquen cuál es la mejor solución y que esto funcione mejor. Obviamente con el empleo de semáforos computarizados. Hay algunas partes en las que habría que ampliar, modificar retornos, pero vamos a esperar el resultado del estudio para darlo a conocer”, afirmó.

Las obras arrancarían en la segunda mitad del año, sin embargo habrá acciones que se implementarán a corto plazo, para aliviar los embotellamientos.

“Hay propuestas de todo mundo, el tema es que hay que poner a trabajar a la gente que en realidad conoce de vialidad a que haga las cosas, presenten soluciones y nosotros tomemos las decisiones. Eso es lo que vamos a hacer, porque no es cuestión de solo tomar en cuenta las opiniones de hoteleros y restauranteros, sino tomar en cuenta a la comunidad y llegar a una determinación que nos interese a todos”, aseveró.

El Edil aseguró que se hará todo lo que sea necesario para que haya mayor fluidez en el principal acceso a Saltillo.

Desde enero se contrató a expertos de primera para generar el proyecto, “y ellos son los que están brindando las propuestas, y yo espero que esto se pueda resolver ya”.

Hay más vehículos

Los embotellamientos cada vez son más frecuentes en la ciudad, principalmente en el V. Carranza, y esto obedece a que hay más unidades automotrices en las calles.

A la vuelta de un año, entre abril de 2021 al cierre de abril de 2022 se han sumado 11 mil 44 unidades al padrón que tiene la Administración General de Recaudación del Estado en la ciudad. Eso sin contar las foráneas y los autos “chocolate”, que siguen sin regularizarse, pero de igual forma contribuyen al tráfico.

Una vialidad con historia

El V. Carranza tiene seis puentes en operación, comenzando al sur con el inferior del bulevar Coss, el del cruce con Luis Echeverría, el Distribuidor Vial en su cruce con Nazario, el de Pedro Figueroa, Colosio y Campanares, que fueron los últimos es sumarse.

Según el Plan Director de Desarrollo Urbano vigente, y aprobado en 2014, se requieren de dos soluciones generadas por ingenierías, como pueden ser rotondas, chicanas o algún otro dispositivo vial, en sus cruces con Galerías y en Los Valdez.

Inicialmente este bulevar era parte de la carretera Saltillo-Monterrey. En los planos urbanísticos de los años 1934, 1948 y 1950 la vialidad solo abarcaba escasas 10 cuadras, iniciando en la calle Aguascalientes, donde existían las vías de ferrocarril –que fueron retiradas en 1977– y la parte urbanizada que llegaba hasta la calle Michoacán, según lo detalla el historiador Carlos Recio Dávila en su libro Espacios Geográficos, Urbanos, Públicos y de Tránsito de Saltillo. Siglos XVI al XX, publicado en 2017 por la Universidad Autónoma de Coahuila.

El nombre de la vía cambió a bulevar Constitución a fines de la década de los 50. El historiador Pablo Cuéllar reseñó en el año 1975 que en ese tiempo había edificios comerciales, hoteles y moteles, además del Instituto Tecnológico de Saltillo, la rectoría de la UAdeC, el Ateneo Fuente, las escuelas de Leyes y de Ciencias Químicas, además del Casino de los Leones y el Hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) inaugurado a principios de 1970.

En esos años, el bulevar unía las colonias República, República Norte, Jardín, Villa Olímpica, y pasaba en la parte oriente de la plaza de Toros Armillita, que se ubicaba a espaldas del Hotel Estrella, hoy Hotel Imperial.

En noviembre de 1977, el nombre de Constitución fue modificado por el de Venustiano Carranza, quien fue gobernador de Coahuila, presidente de México y que en 1917 promulgó la Constitución.

Junto con el cambio de nombre se develó la escultura ecuestre de Carranza, realizada en bronce, con una altura de 5.5 metros, y fue creada por el escultor regiomontano Cuauhtémoc Zamudio. Hoy en día se ubica en la salida a Monterrey.

Uno de lugares representativos del lugar era el Reloj de la Ford, el cual fue un punto de referencia para los saltillenses entre las décadas de 1960 a 1980.

El reloj de gran formato fue instalado por la distribuidora de automóviles en el camellón del cruce entre con la calle Canadá.

Durante más de 20 años no hubo ningún reloj en la zona, pese a que mucha gente seguía identificando el punto como el Reloj de la Ford. Así que en marzo de 2015, el Club Rotario Saltillo de Valle Arizpe colocó otro reloj, que tuvo un costo de 100 mil pesos, pero que fue derribado por la unidad 511 de la Ruta 15 de Saltillo-Ramos Arizpe, dos días después de ser inaugurado. Fue repuesto tras dos años, en 2017, donde permanece hasta la fecha.