Ciudad de México.– Lejos de resolver los adeudos millonarios que enfrenta Petróleos Mexicanos (Pemex), el gobierno federal ha agudizado la crisis con sus proveedores internacionales. Esta vez, el Consejo de la Fuerza Laboral y Tecnología Energética (EWTC, por sus siglas en inglés), que agrupa a más de 250 empresas energéticas de Estados Unidos e internacionales, exigió directamente a la presidenta Claudia Sheinbaum el pago de mil 854 millones de dólares.

A través de una carta enviada la semana pasada, el organismo instó a la mandataria a intervenir de forma urgente para resolver los impagos persistentes de la petrolera estatal a proveedores clave. Según el documento, Pemex debe 871 millones de dólares por servicios realizados en 2024 y otros 983 millones por trabajos completados en 2025, varios de ellos sin facturar ni validar debido a trabas en el sistema de pagos COPADES.

La misiva, firmada por el presidente del EWTC, Tim Tarpley, advierte que estos retrasos ponen en riesgo la operatividad del sector energético mexicano, así como la estabilidad laboral y la inversión futura. “No pedimos trato especial, sino trato justo. Nuestras empresas han operado en México por generaciones, pero no pueden seguir trabajando sin recibir pago”, enfatizó el líder del gremio.

El Consejo también solicitó tres acciones clave:

1. Reconocimiento de deudas pasadas, con emisión inmediata de COPADES para procesar facturas pendientes.
2. Acceso completo al sistema COPADES, a fin de garantizar transparencia y rendición de cuentas.
3. Claridad sobre pagos futuros, con un cronograma de liquidación y mecanismos que restablezcan la confianza.

El EWTC, que representa más del 60% de los servicios contratados por Pemex, alertó que si no se atiende la situación, podría haber interrupciones en la prestación de servicios, afectando directamente la producción energética nacional.

En paralelo, la petrolera ha sido señalada por irregularidades en la gestión de pagos, lo que ha generado descontento incluso entre inversionistas mexicanos, quienes, según HSBC, han comenzado a diversificar sus portafolios y a reducir el efectivo en manos.