“La solidaridad no es un acto de caridad, sino una ayuda mutua entre fuerzas que luchan por el mismo objetivo.”
El pasado jueves 23 Zócalo publicó las declaraciones de la diputada Luz Elena Morales sobre el lamentable deceso del niño Anuel “N” en San Pedro de las Colonias. La legisladora, afirmó que el programa federal La Escuela Es Nuestra; está mal diseñado y se debe re estructurar para evitar muertes como la del niño. Afirmó que la obra no se realizó con la supervisión del Municipio, ni del Estado, ni de la Federación. También que antes existían reglas de operación de estos programas que ya no existen lo que provoca la construcción de obras mal hechas.
Aclaremos que la obra no colapsó porque ni siquiera se había iniciado; fue un accidente con los materiales que se encontraban en el patio durante los ejercicios de educación física. Tampoco es posible que existieran lineamientos antes o en los gobiernos anteriores porque este programa fue obra del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Es una política pública diseñada, no sólo para la dignificación de las instalaciones, sino para el impulso a la organización comunitaria y desde una perspectiva de la administración pública para combatir la corrupción y reducir la burocracia.
Y es que desde su implementación en Coahuila el gobierno del Estado ha insistido en que los recursos le sean entregados para su ejercicio por medio del Instituto Coahuilense de Infraestructura Educativa, alegando capacidad técnica. Sin embargo, basta contrastar el tiempo de autorización y ejecución de una obra a través del programa que obligatoriamente tiene que ser dentro de un mismo año de ejercicio presupuestal, con las dilaciones de más de un año y medio que sólo para autorizar se sufren en el Instituto estatal. El cual además se encuentra saturado con sólo 110 obras en contraste con las 600 llevadas a cabo a través del trabajo comunitario de alumnos, padres y maestros.
Y es que los más de MIL MILLONES asignados a Coahuila por el programa social resultan atractivos.
Nos prometió el amanecer
que serías nuestra.
Nos contó el sudor
las mañanas para buscarte
Nos dijo el mediodía
que se reunieron
nuestros esfuerzos;
todos, en la labor.
Nos dijo la moneda desde el cielo
que el trabajo de todas
te hace nuestra.
Qué se opongan lo que quieran.
porque somos nosotras,
eres nuestra.
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