Este poema nos lleva a reflexionar sobre la vida de una mujer que, comparándola metafóricamente con un camino que no existe y que ella misma hizo en la medida que avanzaba hacia su objetivo.
La carrera magisterial y el nombre de la maestra Barragán de la Fuente deben estar inscritos en los récords Guinness, pues más de 71 años de su vida los dedicó al magisterio, a actividades ligadas a la misma profesión y a la orientación de la mujer para su empoderamiento.
Desde niña Estela fue inquieta y con gran espíritu de investigación y de ayuda. En 1924 ingresó a la primaria Anexa y luego continuó su preparación en la Benemérita
Escuela Normal del Estado, donde obtuvo su título en el año de 1934 y desde entonces, hasta su encuentro con Dios, no paró ni un solo día ya como docente, ya como orientadora. Inició su carrera pedagógica en la Escuela Miguel López, donde permaneció 15 años como maestra. Continúa su apostolado en su alma mater la Anexa a la Normal, a la vez estudia en la Normal Superior la especialidad de Literatura, para luego continuar su preparación en la Ciudad de México, donde estudia Sicología y Orientación Vocacional, materias que impartió en el Ateneo Fuente, hasta 1973 cuando se jubiló, pero no dejó las aulas.
En dos ocasiones fue becada por el Gobierno del Estado para estudiar en el International Corporation Administration y en el Virginia Politecnical Institute de Oklahoma en Estados Unidos. Recibió el diploma de curso especial para maestros orientadores vocacionales. En 1970 contrajo matrimonio con el conocido abogado saltillense Felipe Rodríguez Gil, con quien vivió 19 años, hasta el fallecimiento del profesionista. En 1973 fundó el Centro de Superación Femenil, con grupo de señoras que reciben terapia para elevar su autoestima, que valoren lo que son dentro de la sociedad y la esfera humana y familiar.
La maestra Barragán de la Fuente fue estimada por sus alumnos, pero algunos le reclamaron que fue una profesora muy estricta y con mucha disciplina, ambos aspectos que a mucha gente molesta, pero que con el tiempo agradece la formación de que fueron objeto, porque recibieron los principios básicos de la moral y las buenas costumbres, en este caso de una persona que se las enseñó y las practicó.
Es autora de Una Familia de Saltillo, libro que habla acerca de la paternidad responsable e integración familiar. Fue diputada en el Congreso del Estado, socia de la Mesa Redonda Panamericana de Saltillo, y consejera de la Comisión de Derechos Humanos de Coahuila. Su amor por los jóvenes la llevó a ser presidenta honoraria del patronato del Centro de Integración Juvenil y vocal del Consejo Directivo del Instituto Estatal de las Mujeres. Su vida fue ampliamente reconocida por mérito cultural, entrega incondicional a la enseñanza y por su dedicación a la formación y superación de la mujer. Estela Barragán de la Fuente se adelantó a su tiempo y creó del Jardín de las Mujeres, y el Centro de Superación que lleva su nombre, un organismo que atiende las problemáticas de la mujer, para hacerla fuerte ante la adversidad. (Empoderamiento)
Ella nació en nuestra ciudad el 18 de mayo de 1917, hija de don Abel Barragán Garza y doña Abundia de la Fuente Aguirre, quienes procrearon a Eva, Emma, Estela, Elisa, Abel, Armando, Arnoldo, Augusto y Elia.
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