Saltillo, Coah.- don Roberto Orozco Melo lo recordarán siempre su familia, amigos y sus alumnos de las redacciones que pisó a lo largo de sus 84 años de fructífera vida política y periodística.

Falleció ayer de causas naturales y durante los últimos meses se mantuvo fuera de la escena pública. Su legado como ex alcalde, escritor y periodista incluyen el ejemplo de honestidad e integridad para sus hijos Roberto, Jorge, Cristina, María Elena, María Eugenia y Rodrigo.

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Fue don Roberto colaborador de Zócalo con su reconocida columna Hora Cero, que por años escribió también para matutinos como El Diario de Coahuila, La Opinión de Torreón, El Siglo de Torreón, El Porvenir de Monterrey, El Tiempo de Monclova y El Heraldo de Saltillo.

Ocupaba actualmente la Dirección Editorial de El Diario de Coahuila y vicepresidente de ese matutino. Dio clases en el Ateneo Fuente y en el Instituto Tecnológico de Coahuila. Durante varios años estuvo a cargo la corresponsalía del Seminario de Cultura Mexicana y del Colegio Coahuilense de Investigaciones Históricas.

También abogado, don Roberto Orozco nació en Parras de la Fuente en 1931. Hijo de Moisés Orozco García y Consuelo Melo Treviño, contrajo nupcias con María Elena Aguirre de Orozco, y estudió la primaria y secundaria en su ciudad natal.

EX ATENEÍSTA

El bachillerato lo cursó en la Escuela de Bachilleres Ateneo Fuente, y luego de regresar a la Facultad de Jurisprudencia de la UAdeC para terminar la licenciatura que en su juventud había dejado iniciada, se recibió como abogado y aunque no ejerció, siempre contaba a sus amigos que las clases de Derecho y las materias que llevó en clase le sirvieron para analizar y conocer sobre leyes al momento de hacer sus textos y columnas editoriales, que acumularon seguidores durante décadas.

Fue valiosa su trayectoria en el servicio público, que tuvo sus inicios en la Oficialía Mayor de la Secretaría Particular del Ejecutivo del Estado en 1953. Fue también secretario del Ayuntamiento de Saltillo, de 1956 a 1957.

Se desempeñó como jefe de Prensa del Gobierno de Coahuila, de 1957 a 1958; también se le recuerda su paso por el Congreso, como diputado local por el V Distrito Electoral, con cabecera en Parras de la Fuente, de 1958 a 1961.

También ocupó la Presidencia Municipal de Saltillo de 1964 a 1967, y en su administración se distinguió por el inicio de un importante programa de obras por cooperación llevadas a cabo en diversos barrios de la ciudad y por ocuparse de la modernización administrativa de su gobierno. Por ejemplo, don Roberto Orozco realizó la primera recatastración urbana de Saltillo bajo estrategia de cartografía y fotogrametría y se fortalecieron los cuerpos de seguridad pública.

Hombre visionario fue don Roberto, quien además desempeñó el cargo de delegado general del Autotransporte Federal en la Región Laguna y fue jefe del Departamento de Supervisión en la Secretaría de Comunicaciones y Transporte.

Quienes acompañaron a la familia en este último adiós recordaron anécdotas y el trabajo de don Roberto Orozco como secretario de Gobierno en el sexenio de Óscar Flores Tapia, de 1975 a 1981; también de cuando fue secretario particular del ex gobernador José de las Fuentes Rodríguez, de 1987 a 1989.

PLUMA AGUDA

Quienes convivieron con don Roberto Orozco Melo reconocen su constancia y agudeza a la hora de señalar situaciones y temas en los que había que incidir para la mejora colectiva o de una sociedad.

Inició como corrector y llegó a ser director de importantes publicaciones. Sus inicios fueron en El Heraldo del Norte, en Parras en 1947, luego laboró en el vespertino dominical Claridades, de la Ciudad de México, en 1948 y 1952 a 1953.

Regresó a Saltillo, donde fue reportero, columnista, jefe de redacción y director editorial en El Heraldo del Norte y en 1963, junto con otro destacado grupo de periodistas, fundó El Heraldo de Saltillo, del cual se separó en el tiempo que contendería por la Alcaldía de Saltillo, aunque siempre se mantuvo cercano al matutino que actualmente dirige don Francisco de la Peña.

Como director del Archivo Municipal de Saltillo desde 2000, modernizó el sistema archivístico para dar pie a la digitalización de documentos que son parte del acervo histórico de esta capital.

Escribió y publicó libros, asunto que fue su pasión en los años de su vida. Entre los textos que se le recuerdan destacan “Bajo la Angustia de la Muerte”, “Moisés y Yo”, “De Carne y Huesos”, y su última biografía sobre el ex gobernador Óscar Flores Tapia, en la que destacó anécdotas y el temple del fallecido ex mandatario coahuilense.

Extensa trayectoria

Don Roberto Orozco Melo, connotado periodista y destacado servidor público, falleció este jueves.

Cumplió con extraordinaria responsabilidad, honorabilidad y con actitud siempre abierta y amable con todas las encomiendas que durante largo tiempo, y en diversas circunstancias tuvo a su cargo, con sus compañeros de trabajo, y con excelencia con su familia: su esposa señora María Elena Aguirre de Orozco, con sus hijos Roberto, Jorge, Rodrigo, María Elena, Cristina y María Eugenia, sus hijos políticos, sus hermanos políticos, y demás allegados, y con los muchísimos amigos que hizo en su vida.

Nunca tuvo odios, rencores o venganzas contra nadie

Nacido en 1931 y transcurridos sus primeros años en la ciudad de Parras de la Fuente, se inició ahí en el periodismo; vino después a Saltillo desempeñándose primero como reportero y llegar hasta la dirección del antiguo El Heraldo del Norte; una temporada se trasladó a la Ciudad de México en donde también realizó tareas periodísticas; años después, alternando con la función pública, fundó y fue el primer director de El Heraldo de Saltillo, en abril de 1963; posteriormente colaboró con sus columnas editoriales y comentarios en los periódicos La Opinión y El Siglo de Torreón, y hasta su muerte fue vicepresidente editorial de El Diario de Coahuila.

Escribió varios libros sobre temas diversos; le apasionó siempre el tema de la soberanía estatal de Coahuila, siendo algunos de esos libros sobre las circunstancias políticas de los gobernadores Ignacio Cepeda Dávila y Óscar Flores Tapia.

En el campo de la administración pública tuvo también numerosas encomiendas, la primera, oficial mayor de la Secretaría Particular con don Román Cepeda; con don Raúl Madero, titular de la Oficina de Prensa; luego diputado local por el distrito de Parras, y secretario general de la CNOP estatal. De 1963 a 1966 ocupó la Presidencia Municipal de Saltillo, siendo uno de los más jóvenes alcaldes; fue delegado de la SCT en Torreón y de ahí fue llamado a una dirección de la propia SCT en la Ciudad de México.

Retornó a Coahuila en 1975 como secretario general de Gobierno con Óscar Flores Tapia, significándose por su desempeño siempre prudente y pertinente, aunque invariablemente firme y efectivo.

Años después ocupó la Secretaría Particular de Gobierno con Eliseo Mendoza Berrueto, siendo su último cargo público administrativo la jefatura del Archivo Municipal de Saltillo, que tuvo que ver con su inclinación por el periodismo y la historia.

Es de destacarse que su título como abogado lo obtuvo después de haber concluido su gestión como Presidente Municipal de Saltillo, pues con absoluta naturalidad y sencillez volvió a inscribirse como alumno de la Facultad de Jurisprudencia.

En esa larga, diversa, fructífera y ameritada trayectoria, don Roberto Orozco Melo dio mucho a Saltillo y a Coahuila. Es así que esta vez resulta cierto, como en pocos casos, la expresión de que su muerte nos significa a su familia y amigos, a Saltillo y a Coahuila, una gran e irreparable pérdida. (El Heraldo de Saltillo).

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